La Comisión Europea impuso ayer a Google una multa récord de 2.420 millones de euros por abuso de posición dominante al favorecer de forma sistemática a su servicio de comparación de precios, Google Shopping, frente a sus rivales en los resultados de su propio buscador.
Google tiene ahora 90 días para «detener su conducta ilegal» y dar el mismo trato a los servicios rivales de comparación de precios, de acuerdo con la orden vinculante de la Comisión Europea. Depende de Google elegir cómo lo hace y debe informar a la Unión Europea en los próximos 60 días de sus planes. El incumplimiento conlleva un riesgo de multas de hasta un 5 por ciento de sus ingresos diarios.
«La estrategia de Google para su servicio de comparación de compras no era sólo atraer clientes haciendo que su producto fuera mejor que los de sus rivales», dijo Margrethe Vestager, jefe de la UE en materia antimonopolio. «Denegó a otras compañías la oportunidad de competir por méritos propios e innovar. Y lo que es más importante, negó a los consumidores europeos una verdadera elección de servicios».
Según FACUA, Bruselas envió un primer pliego de cargos a Google en abril de 2015 en el que denunció que la empresa reserva sistemáticamente un trato favorable a su comparador de precios en sus páginas de resultados de búsquedas generales.