Si normalmente Airbnb es una fuente constante de noticias, su actividad se ha disparado desde el pasado 7 de febrero. Fue el momento en el que anunció su integración con SiteMinder y su intención de comenzar a vender habitaciones de hotel a través del channel manager de la firma australiana.
Pocos días después de este anuncio, la compañía realizaba una de sus multitudinarias presentaciones para lanzar, entre otros productos, Airbnb Plus. Se trata de un nuevo protocolo que servvirá para verificar la calidad real de cada alojamientos que aparece en la plataforma.
Airbnb crea así un nuevo sello que permitirá a los viajeros contar con la certeza de que el alojamiento que encontrarán a su llegada será tal y como el anuncio que llevó a la reserva. Al mismo tiempo, el sello pone a disposición de los anfitriones un nuevo recurso para destacar su oferta dentro de la plataforma.
Todo esto sucede mientras Olivier Grémillon, la cara visible y amable de Airbnb en cualquier evento a nivel europeo, se marcha nada menos que a Booking.com como vicepresidente de su Home Division.
Jeroen Merchiers, a quien ya conocíamos por ser el antiguo country manager de la compañía en España, ha ocupado su posición como portavoz en Europa. Actualmente ocupa el puesto de director de Airbnb para toda la región EMEA.
Airbnb, ¿una aerolínea?
Parece poco probable. Aunque la especulación sobre la entrada de Airbnb en la industria aérea se lleva comentando durante los últimos meses, el rumor ha ganado tracción la última semana debido a una entrevista concedida con Brian Chesky, CEO y fundador de Airbnb, al medio británico The Times. Según dicho medio, Airbnb podría contar con un «plan secreto» para poner en marcha su propia aerolínea.
Si bien este extremo no parece nada sencillo, sí es cierto que Chesky ha insistido en varias ocasiones en su deseo de que Airbnb se convierta en un punto de venta único para los viajes. En algún momento, esa intención incluirá la venta de transporte aéreo, pero a día de hoy no existe la menor pista sobre cómo quiere materializar Airbnb este objetivo.
Mientras tanto, la compañía insiste en su apuesta por la venta de experiencias locales. Según el propio Chesky, el mercado de venta de tours y actividades en turismo podría ser equivalente al mercado del mismísimo Amazon. En una entrevista concedida a USA Today, el fundador habla incluso sobre la aparición de una nueva economía más allá de la colaborativa: se trataría de la economía de las experiencias.
Desde el lanzamiento de Trips en noviembre de 2016, Airbnb ha puesto en marcha esta visión de un viaje de un extremo a otro. Esta fórmula está funcionando, asegura la compañía. Impulsadas por miles de nuevas experiencias en 60 ciudades, las reservas de experiencia crecieron un 2.500 por ciento durante 2017, muy por encima del porcentaje de crecimiento de Airbnb en alojamientos.
De hecho, la compañía afirma que su venta de experiencias comenzará a ser rentable antes del final de este año. Un factor a tener en cuenta de cara a una posible y muy comentada salida a bolsa, si bien la compañía ya ha asegurado que este movimiento no se producirá en 2018.