A diferencia de otros países competidores en el segmento del turismo de sol y playa, España se ha beneficiado en las dos últimas temporadas de verano de ser percibida como un destino seguro y, hasta los atentados de Barcelona del pasado agosto, libre de terrorismo.
Esta situación de extremada bonanza podría tener sus días contados, si se confirma la recuperación de otros destinos del Mediterráneo como Túnez o Turquía, dispuestos a competir por precio.
Aunque las cifras de visitantes a España siguen mostrando datos de crecimiento en lo que llevamos de 2018, está por ver si este verano se volverá a superar el récord de visitantes internacionales, que en 2017 rondó los 81,8 millones, lo que supondría el noveno año consecutivo en el que esta cifra aumenta, según el INE.
El enorme peso del sector turístico en la economía de España queda de manifiesto en esta infografía de Statista, elaborada gracias a datos del informe ‘Tourism Trends and Policies 2018’, de la OCDE.
Según la organización, en España este sector aporta de forma directa o indirectamente al 11,1% del PIB. Del resto de países comparados, en los que solo se tienen en cuenta el impacto directo de esta actividad, le sigue Portugal, con un 9,2%, y México, con un 8,6%.