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«Queremos recuperar a los amantes del turismo rural»

«Queremos recuperar a los amantes del turismo rural»

El turismo rural también ha notado, como es lógico, un notable descenso en las reservas debido a la actual crisis. En un futuro incierto y con un calendario aún por definir en la vuelta la normalidad, el turismo rural puede encontrar su oportunidad en la búsqueda de una experiencia personal, cercana y también segura.

Hemos charlado con Ana Alonso, directora de Comunicación de Escapadarural.com, para conocer su visión sobre esta crisis y sus ideas sobre la futura recuperación del sector.

En primer lugar Ana, dado el contexto actual nos gustaría comenzar por preguntarte cómo estás afrontando estas semanas a nivel personal y profesional.

Afortunadamente, a nivel de mi familiar puedo decir que ni yo ni los míos nos hemos visto afectados por el virus. Sinceramente, eso ya es mucho porque algunas personas de mi círculo de amistades sí han vivido la cara más dramática de la crisis sanitaria. 

En lo profesional, como nos pasará a muchos de los que pertenecemos al sector turístico, estamos trabajando más que nunca. El consumo se ha detenido, pero la actividad de nuestra empresa es intensa. El teletrabajo era una fórmula que ya estaba implementada en Escapadarural.com y que ahora nos permite seguir al pie del cañón para acompañar a viajeros y empresarios en estos momentos difíciles.

Foto Ana Alonso

Además, desde el Departamento de Comunicación y Relaciones Institucionales, que es mi área concreta de actuación, estamos muy pendientes de la actualidad y de tomar el pulso al impacto que esta situación está teniendo de cara a nuestros clientes, entre los cuales también están los destinos turísticos.

Con los datos que manejáis vosotros, ¿cómo está afectando esta crisis al turismo rural?

Los alojamientos de turismo rural están lógicamente cerrados y, al tratarse de pymes cuyo funcionamiento está totalmente paralizado, se ven muy afectados por la crisis. Hay pérdidas e incertidumbre, pero también hay esperanza puesta en la fase de recuperación de la normalidad, dado que ahí el turismo rural puede tener mucho a favor.

Tenemos un contacto diario con los empresarios, las asociaciones y los responsables de turismo de comunidades autónomas y diputaciones. Gracias a ello podemos valorar no sólo las cifras, sino el estado de ánimo que se respira. Lo que nos encontramos son esa mezcla de razonamientos, que van desde la preocupación y una evidente conciencia de la gravedad de la situación hasta un discurso muy esperanzado en un futuro más o menos próximo.

¿Cuáles son tus sensaciones sobre las próximas semanas, una vez termine el confinamiento? ¿Volveremos a viajar como lo hacíamos antes?

Durante estas semanas estamos trabajando mucho en los contenidos inspiradores que ofrecemos al viajero, para que tengan presente las ricas y variadas opciones que les brindará el turismo rural cuando todo esto acabe.

La estupenda acogida de dichos contenidos nos hace pensar que los consumidores de turismo rural están deseando volver a hacer este tipo de escapadas. La clave del cómo y el cuándo la marcarán las restricciones de movilidad que haya después del confinamiento, pero las ganas están muy presentes.

Sin duda, creo que de lo primero que tendrá la gente en la cabeza será la posibilidad de salir al campo, disfrutar de la naturaleza y de los pueblos de nuestro territorio, así como de poder reencontrarse con las personas queridas en un entorno próximo, asequible y seguro.

Por otro lado, el impacto económico será determinante para determinar el alcance de la reactivación de ese consumo. Sabemos que la posibilidad de hacer cualquier clase de turismo ya no estará al alcance de muchos.

Sin embargo, el turismo rural ofrece una variedad de opciones que se adaptan a presupuestos de todo tipo y eso también jugará a nuestro favor.

¿Cómo crees que se está preparando concretamente el sector del turismo rural para la recuperación? ¿Existen oportunidades en esta crisis?

Sabemos que en el sector hay muchos empresarios, asociaciones y responsables de destinos turísticos pensando desde el minuto cero en cómo afrontar esta crisis. En ese sentido ha sido muy estimulante ver cómo podemos mirar hacia adelante, aun siendo conscientes de la magnitud del problema.

Creo que este sector, que se alimenta de proyectos muy personales, cuenta con un tejido profesional en el que más allá del negocio hay una forma de vida. Hay mucho alma en el turismo rural y eso, aunque eleva el nivel de sufrimiento, también inyecta mucho coraje para sobrevivir.

Desde Escapadarural.com, donde queremos seguir siendo los mejores aliados del propietario, estamos actuando en función de las diferentes fases que atravesamos en este escenario tan desconocido para todos.

Primero hemos acompañado al propietario, intentando proporcionarle herramientas formativas e informativas. Las primeras pretenden ayudarles a optimizar este tiempo de “parón”, ampliando conocimientos que pueden mejorar la gestión de sus establecimientos.

Las segundas tenían el objetivo de facilitar los datos que más le interesan en relación a medidas de apoyo del gobierno, opiniones de expertos, etc. 

También hemos trabajado en acciones para que el sentimiento de comunidad que potenciamos habitualmente se mantuviera y aumentara durante el confinamiento, transmitiendo mensajes de ánimo entre empresarios y viajeros.

De cara a las siguientes fases, cuando ya se vea luz al final del túnel, lo que queremos es poder desarrollar acciones que empujen la reactivación del consumo.

Por otro lado, también tenemos intención de insistir a nuestros anunciantes en cómo el factor seguridad e higiene va a adquirir un gran protagonismo en los próximos meses y va a ser fundamental para que esa reactivación se produzca.

En relación a las oportunidades, quiero remarcar dos aspectos relacionados con el ADN de este tipo de turismo. Por un lado, el turismo rural apenas depende del cliente extranjero, ya que en la mayoría de los casos acoge a un huésped nacional.

En ese sentido también tenemos un escenario más alentador ante nosotros. A ello se suma el hecho de que podemos incorporar muchos nuevos consumidores que habitualmente no practicaban turismo rural pero que, a partir de ahora, lo considerarán como la mejor opción.

Ése es sin duda uno de los retos más interesantes para los que trabajamos en este sector, no sólo recuperar a los amantes del turismo rural, sino enamorar a los que puedan tener su primera experiencia a raíz de esta situación.

La segunda cuestión que quiero resaltar es el reto de la sostenibilidad. El turismo rural está muy vinculado a entornos naturales o sensibles a la ruptura de su ecosistema. Asimismo, también son lugares donde la despoblación es un problema cada vez más presente.

Por ello, antes de la pandemia ya teníamos encima de la mesa el frágil equilibrio entre la necesidad de atraer turistas para crear oportunidades laborales y económicas y la necesidad de promover un consumo responsable. Ahora mismo, este reto adquirirá aún más importancia.

Se habla mucho de un cambio de mentalidad en un mundo que estamos llevando al colapso. Por ello confío en que, si en el mejor de los casos llegamos a incrementar las cifras de turistas rurales, haya un giro hacia un tipo de viajero aún más consciente.

Creo que nuestro paso por los pueblos, montañas, ríos, valles etc tiene que dejar siempre una huella positiva. Por eso será vital tener presente que lo que hacemos allí suma o resta, tanto en relación a la propia experiencia viajera como a la factura que pasa al destino. 

Habéis puesto en marcha la campaña #solidaridadrural. ¿Qué acogida ha tenido entre los viajeros y entre los propietarios? ¿Cuál es el espíritu de esta iniciativa?

Esta campaña fue de lo primero que hicimos y tuvo muy buena acogida porque era cuando todos estábamos aún en estado de shock por lo que estaba pasando. Se notaba que la pérdida de contacto personal y la imposibilidad de ser huéspedes o anfitriones de una escapada rural era algo que todos echábamos en falta. 

Como decía antes, el propósito era potenciar los lazos entre los miembros de la comunidad que integra la oferta y demanda de turismo rural, y creo que lo conseguimos. Los resultados fueron muy buenos en cifras, con un alcance total de los posts en redes de 70.879 usuarios y con un elevado nivel de interacción: 5.884 likes, comentarios, clics, shares, etc y más de 400 comentarios. Los mensajes de ánimo entre viajeros y propietarios han sido muy emotivos.

Con respecto a vuestro evento, COETUR se ha aplazado al mes de octubre. Más allá de la fecha, ¿cómo afecta la actual situación en el enfoque del evento?

Obviamente, tenemos previsto incorporar a todo el programa una visión específica sobre el impacto que esta crisis tiene y tendrá en el sector. Aún no sabemos qué pasará en los próximos meses, pero en otoño será fundamental reunirnos y hablar de ello.

Creemos que el Congreso cobra más importancia que nunca, puesto que será un punto de encuentro para hacer balance de cómo nos ha afectado, compartir visiones y pensar en las lecciones aprendidas ante entornos tan cambiantes como los que nos encontraremos en el futuro. 

¿Cuál sería el primer viaje que te gustaría realizar una vez pase esta situación?

Por supuesto me gustaría hacer una escapada rural. Afortunadamente, lo último que hice durante el fin de semana anterior al confinamiento fue disfrutar de una en la comarca del Berguedà (Barcelona) y ha sido un recuerdo fantástico para pasar estas semanas tan complicadas sin salir de casa.

Es probable que volvamos a la misma zona, haciendo un ejercicio de reconexión con nuestra vida en el punto en que la dejamos. Y si no es allí será a algún otro destino rural seguro. Se puede decir que en mi familia somos unos heavy users de este tipo de turismo y estamos deseando volver al campo.

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