Desde la creciente disparidad de la riqueza hasta las ramificaciones medioambientales del desarrollo económico, la creciente atención a la sostenibilidad global es un claro signo de los tiempos que vivimos.
Los estudios revelan que cuando se aplica una ética sostenible a la política y a los negocios, suele ser un buen augurio para las economías y las personas por igual.
Al proporcionar puntos de referencia para esas decisiones, referencias como el Índice de Desempeño Ambiental (EPI) de Yale pueden ser fundamentales para medir los esfuerzos nacionales de sostenibilidad.
El siguiente mapa interpreta la clasificación del índice de 180 economías a través de 32 indicadores de salud ambiental, señalando así los 40 países más verdes.