Con el verano encima, la mayoría de la población vacunada y con la recuperación económica en marcha, el sector turístico tiene muchas esperanzas puestas en las vacaciones de los españoles y extranjeros.
Sin embargo, hay hábitos que la pandemia cambió y que no han vuelto a su estado anterior. Uno de ellos es el método de pago. Durante los confinamientos, los ciudadanos se digitalizaron y así lo hicieron también las empresas. El comercio electrónico se multiplicó, el teletrabajo se hizo y las videollamadas se parte de la rutina.
También lo hicieron los pagos con tarjeta, relegados anteriormente a cantidades relativamente elevadas, las tarjetas de crédito y débito empezaron a ser más habituales, y el dinero en efectivo se convirtió en el enemigo, transmisor del virus.
Esto también se ha trasladado a los viajes de placer. Si antes de las vacaciones los españoles retiraban de los cajeros más dinero en efectivo de lo acostumbrado, la tendencia no se ha recuperado.
Y no solo los españoles se han habituado al pago con tarjeta, sino que establecimientos que anteriormente solo aceptaban efectivo se han digitalizado con la pandemia. Por ello, las retiradas de efectivo que observamos en los bancos llevan bastante tiempo a la baja.
Sin embargo, hay muchas ciudades españolas que no se han adaptado al cambio tan rápidamente como otras. SumUp, el proveedor de datáfonos, realizo un estudio sobre que ciudades están más alejadas de la España sin efectivo. Y nos da algunas recomendaciones a la hora de llevar efectivo.
Córdoba, Sevilla y Granada se llevan la corona de las ciudades donde llevar efectivo
A pesar de ser lugares encantadores para vivir, gracias a su accesibilidad, asequibilidad y opciones de entretenimiento, estas ciudades se ubicaron al final de nuestra lista por muchas razones.
Entre estas tres ciudades, Córdoba tiene el porcentaje más alto de personas desempleadas (26,83%), Granada tiene el porcentaje más alto (21%) de adultos mayores, mientras que Sevilla tiene uno de los porcentajes más bajos de usuarios de tarjetas de crédito (53,77%).
En 2020, Córdoba tenía 88.676 personas en paro, mientras que Sevilla y Granada tenían un total de 283.209. Las personas sin empleo tienen menos posibilidades de acceder a métodos de pago sin efectivo, como las tarjetas de crédito, lo que probablemente explica por qué estas ciudades se están moviendo hacia un futuro sin efectivo a un ritmo más lento.
Otro factor que sitúa a estas ciudades en los últimos puestos del ranking es la edad de su población. Santa Cruz de Tenerife, Madrid y Barcelona tienen un elevado número de adultos mayores. Siendo este uno de los factores más importantes que conducen a una lenta adopción de los métodos de pago sin efectivo, pues es en la mayoría de los casos, la proporción de población de la tercera edad impacta el nivel de digitalización de una ciudad.