A principios de este año, Airbnb presentó El gran reajuste de los viajes en Europa, una serie de compromisos para garantizar que la vuelta a los viajes en Europa fuese «segura, sostenible y beneficiosa, extendiendo su retorno económico a un mayor número de personas y evitando el regreso del sobreturismo como fenómeno», tal y como lo explica la compañía.
Tres meses después de esta declaración de intenciones, Airbnb quiere compartir los avances realizados en colaboración con las comunidades de toda Europa con respecto a estos compromisos, y en los que España ha servido como escenario de muchos de ellos.
Apoyo a la regulación de los alquileres de corta duración
Cada vez más acuerdos se forman con base en el Centro de Recursos para Municipios de Airbnb -una ventanilla digital única, construida exclusivamente para apoyar a las ciudades y consorcios turísticos- y a principios de 2021 se marcó el objetivo de contar con 50 gobiernos y administraciones europeas en línea con esta herramienta para finales de año.
Hasta la fecha, Airbnb ha establecido 35 acuerdos de colaboración en su Centro de Recursos para Municipios con administraciones de toda Europa, entre ellas del Reino Unido, Francia y Dinamarca, y está en conversaciones con más de 25 nuevos socios.
Además de estos avances, Airbnb ha hecho un llamamiento a los líderes de la UE para que desarrollen un enfoque a nivel comunitario para la regulación del alquiler a corto plazo. Los primeros resultados de nuestra asociación para compartir datos con la Comisión Europea también fueron publicados y elogiados por los comisarios de la UE.
A excepción de Barcelona, la nueva normativa de “llars compartides” ha entrado en vigor en Cataluña permitiendo a los anfitriones de habitaciones turísticas registrar su espacio ante las autoridades por primera vez.
En este sentido, Airbnb ha introducido una herramienta para ayudar a sus anfitriones a cumplir con la regulación y a publicar sus números de registro en sus anuncios.
Por su parte, el gobierno del Reino Unido está estudiando la creación de un sistema de registro de anfitriones en el marco de su Plan de Recuperación del Turismo, después de que Airbnb liderara las peticiones de esta medida y organizara una consulta a nivel nacional con comunidades y autoridades de todo el país, antes de presentar sus propuestas al gobierno británico.
En Francia, a principios de este año se lanzó el Compromiso de Recuperación del Turismo Saludable en colaboración con el gobierno francés para apoyar la recuperación de la pandemia y la aplicación del registro de anfitriones en las principales ciudades.
Por último, Airbnb sigue respaldando la puesta en marcha del sistema de registro nacional de los Países Bajos, que ya se ha implantado en las cuatro principales ciudades: Ámsterdam, Rotterdam, Utrecht y La Haya.
Lucha contra el ruido y las molestias
Después de su puesta en funcionamiento en España el pasado mes de mayo, el servicio de asistencia para vecinos de Airbnb se amplía ahora a países como Alemania, Austria y Suiza, lo que significa que esta herramienta ya está en marcha en 27 países de todo el mundo como Reino Unido, Francia, Italia, Países Bajos, Irlanda, República Checa y Hungría.
También en España, Airbnb ha anunciado recientemente el acuerdo de colaboración con Turismo Costa del Sol y el Ayuntamiento de Málaga para promover las estancias de larga duración y apoyar la tendencia de los nómadas digitales, así como un convenio de colaboración con la diputación de Pontevedra para fomentar las estancias rurales, que suponen 1 de cada 5 estancias en la región.
Reparto de los beneficios económicos del turismo
Oxford Economics analizó recientemente el impacto económico de la comunidad de Airbnb en una selección de destinos de todo el mundo.
El informe señaló que, en 2019, en los 30 destinos analizados, Airbnb sostuvo más de 300.000 puestos de trabajo, incluyendo más de 100.000 empleos en la industria de la restauración, casi 95.000 en el comercio minorista, casi 50.000 en el transporte y más de 40.000 en el sector del entretenimiento. En España, el gasto de los huéspedes en Airbnb sustentó unos 12.300 puestos de trabajo en Madrid y 9.600 en Barcelona.