Airbnb ha reanudado sus esfuerzos para salir a bolsa, a pesar de los importantes daños que la pandemia del coronavirus ha causado en el negocio de alquiler de viviendas, tal y como explicó el director ejecutivo de Airbnb, Brian Chesky, a los empleados.
Según un artículo publicado por The New York Times, la empresa de San Francisco, que fue valorada en su día por los inversores en 31.000 millones de dólares, tenía previsto presentar una solicitud en marzo para salir a bolsa, pero dejó de lado sus planes cuando la pandemia detuvo los viajes alrededor del mundo.
Desde entonces, Airbnb ha reducido los costes, recaudado fondos de emergencia y despedido a una cuarta parte de su personal, alrededor de 1.900 personas.
En una videoconferencia con los empleados, Chesky indicó que las reservas brutas de la empresa –una suma que incluye el dinero pagado a los anfitriones– se habían recuperado en las últimas semanas.
«Esto es algo que nunca hubiera imaginado decir. En cierto modo desafía la lógica», añade Chesky, después de recordar que la tendencia podría cambiar al volver los cierres en algunas partes de los Estados Unidos.
Airbnb también anunció que Catherine Powell, la jefa de experiencias de la compañía, tomaría un nuevo rol como jefa global de alojamiento cuando Greg Greeley, presidente de la división de hogares, deje la compañía. Hiroki Asai, un veterano de 18 años de Apple, se unirá a Airbnb para dirigir su departamento de marketing.
La compañía está tratando de reparar su relación con sus anfitriones, que suministran los alquileres de su plataforma y cuyos ingresos se han visto mermados con la paralización de los viajes.
Muchos se indignaron cuando Airbnb permitió que los huéspedes cancelaran las reservas no reembolsables a medida que la pandemia se extendía. El Chesky se disculpó con los anfitriones por la forma en que se comunicó la decisión.