El sector hotelero se ha profesionalizado mucho desde que yo lo conozco y él me conoce.
Recuerdo, cuando empezaba en este mundo -y en este sector- allá por el año 2000, que les decía a mis amigos “voy a estudiar cómo dirigir un hotel». Hoy veo que fue premonitorio; que desde el balcón de mi juventud de aquellos años me veía lejos, casi 20 años después, y escuchaba –sí, escuchaba- mis propios pensamientos postergados en el tiempo, en el tiempo de hoy, de 2019: “Qué bien lo vi, con qué ilusión lo estudié. Y cómo disfruto, ahora, enseñando.”
También recuerdo cuando empezaba a mezclarme con los profesionales del sector, gracias a las prácticas que realizábamos cada año. Los hoteleros te miraban como raro; no estaban acostumbrados a que “esto” se estudiara. Por aquel entonces, el hotelero se hacía desde los cimientos, con el entrenamiento práctico. Con excepción de lo relativo a la empresa turística pocos habían estudiado algo como “carrera hotelera”.
Hoy, en 2019, ya somos muchos los profesionales que hemos combinado ambas cosas: formación profesional y trabajo efectivo en empresa. Así como los que nos hemos formado en escuela tenemos una formación teórica y práctica muy completa, quienes han basado su formación en la práctica se van nutriendo, gracias a su frecuente contacto con los “universitarios”, de la teoría que estos aprendieron. Es una perfecta simbiosis.
Pero, amigos, no todo es haber aprendido, haber sabido. Este es un sector tremendamente dinámico. El mercado evoluciona mucho más rápido que los programas formativos de las grandes escuelas. Es imperativo que el hotelero se forme en disciplinas que aún no están en las escuelas pero que ya, aunque no se vean, están en el mercado.
Además, hay algo en lo que los programas formativos, y no solo los hoteleros, no profundizan lo suficiente y es, desde mi perspectiva y mi experiencia, de trascendental importancia para una formación completa que nos oriente hacia el éxito. Me refiero a enseñanza sobre:
Productividad. Todo empresario o profesional busca la excelencia. La excelencia ha de tender al prestigio y el prestigio al éxito empresarial. La productividad es, por tanto y desde los inicios, clave.
Conducta personal, forma de vida…hábitos. Buscar la mejor manera de optimizar nuestra vida personal y profesional. Sacar lo mejor de cada una de ellas.
El Hotelero Sobresaliente, o como yo lo llamo el Outstanding Hotelier, debe tratar de aprender más de lo que es la gestión de un negocio, de lo que se enseña en las escuelas o se aprende con la práctica.
Debe formarse en materias como Revenue Management, Distribución Hotelera, Marketing Hotelero y Control de Gestión para ayudar al negocio a sacar la mayor rentabilidad posible de cada noche.
Y por este motivo decidí crear el programa Outstanding Hoteliers que tendrá lugar del 18 al 23 de febrero de 2019.
En este video te explican nueve Hoteleros Sobresalientes cómo debe ser esta formación)
Debe aprender nuevos hábitos de productividad y estilo de vida que le ayuden a ser más feliz, más completo como persona, para “trasladar esa felicidad”, ese estilo, al negocio.
En este otro video te hablamos un poco más de estos hábitos
¿Cómo debe ser un hotelero sobresaliente?
En este video te lo cuentan aquellos que han tenido la suerte de participar en la experiencia Outstanding Hoteliers
En los tres vídeos anteriores te hemos querido mostrar, de primera mano, las actitudes y aptitudes que debes adquirir si quieres convertirte en un hotelero sobresaliente.
En los siguientes videos te cuentan, tanto los mentores de Outstanding Hoteliers como los alumnos, cómo fue la experiencia (1) y cómo ésta ha cambiado las vidas de cada uno.
Si quieres convertirte en Outstanding Hotelier no dudes en solicitar tu plaza en outstandinghoteliers.com
