La cultura corporativa de Uber necesitaba una profunda revisión cuando Dara Khosrowshahi aceptó el trabajo.

Dicha cultura ha evolucionado, pero en una entrevista concedida a CNNMoney antes de su primer aniversario como director general, Khosrowshahi aseguró que, «si hay un área que me hubiera gustado cambiar más rápido, es precisamente haber ejecutado más plenamente nuestra transformación cultural como empresa internamente, en todos los niveles de la empresa».

Fue hace un año, el lunes, cuando corrió la voz de que Khosrowshahi dejaba su trabajo como director de Expedia para dirigir lo que en ese momento era la compañía más disfuncional en tecnología. El fundador y director ejecutivo Travis Kalanick creado hecho tanto lío que la junta finalmente lo echó cuatro meses después de que las acusaciones de acoso y sexismo sacudieran a la compañía.

Khosrowshahi llegó a su primer día oficial de trabajo el 5 de septiembre con una desalentadora lista de cosas por hacer. Uber se enfrentó a una serie de denuncias por acoso sexual y discriminación por motivos de género. Estaba envuelto en una complicada demanda con Waymo. Varios puestos ejecutivos estaban vacantes, sus impulsores estaban al borde de la revuelta y sus pérdidas crecían.

«Ha estado lleno de días buenos y días malos», dijo. «La buena noticia es que los días buenos están superando en número a los días malos últimamente. Pero no me metí en esto esperando un viaje fácil. Ha sido tan desafiante como esperaba».

Uber reevaluó los salarios de los empleados después de que se pagaran los bonos en marzo para asegurar que todos ellos, independientemente de su género o raza, recibieran el mismo pago en función de su ubicación, trabajo y permanencia en el puesto.

En abril, cuando Uber publicó su último informe sobre diversidad, Khosrowshahi enfatizó que la compañía necesitaba perfeccionar la contratación o promoción de un liderazgo más diverso.

Uber también ha accedido a un acuerdo de 10 millones de dólares por demandas de acoso y discriminación por parte de mujeres e ingenieros pertenecientes a minorías étnicas a principios de este año.

¿Y si los viajeros prefieren ir en bicicleta?

En la parte estrictamente tecnológica, el futuro de los conductores de Uber parece complicado ante el impulso de la compañía en su apuesta por los coches autónomos, como demuestra su reciente acuerdo con el fabricante Toyota.

Por otro lado, Khosrowshahi ha utilizado su primer año en Uber para empezar a ofrecer a los clientes opciones de transporte más allá de los coches.

Uber lanzó una opción de bicicletas eléctricas en febrero en San Francisco, y desde entonces ha ampliado la oferta a un puñado de ciudades estadounidenses. En abril, la compañía anunció que había adquirido la startup Jump Bikes.

La expansión va más allá de las bicicletas: una nueva opción de scooter eléctrico pronto estará disponible en San Francisco y otras ciudades de Estados Unidos.