El ayuntamiento de Barcelona exigió ayer públicamente a Airbnb que cumpla la legislación actual en la ciudad y deje de anunciar pisos sin licencia a través de Internet.
Así lo han manifestado la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, y el concejal de Empresa y Turismo, Agustí Colom, que han comparecido ante los medios para dejar claro que el Ayuntamiento continúa actuando con contundencia para detener las prácticas ilegales vinculadas a los pisos turísticos.
Ante los casos conocidos en los últimos días de realquiler de pisos para destinarlos a uso turístico sin tener licencia, Sanz ha dirigido un mensaje contundente hacia Airbnb: «basta que alguien actúe con impunidad en la ciudad y piense que no debe cumplir la legalidad vigente», subrayó, y añadió que «no hay más excusas» ni «ningún otro camino posible».
La teniente de alcalde ha recordado que la plataforma ha obviado las muchas reclamaciones que ha hecho el Ayuntamiento en este sentido, y, por ello, esta semana se formalizará la sanción de 600.000 euros que se ha estado tramitando los últimos meses por reincidencia a la hora de ofrecer pisos sin licencia.
Una vez se cierre en firme esta multa, el consistorio tramitará inmediatamente otra con la voluntad de que se avengan a cumplir la ley, «que es el mínimo que debe hacer todo el mundo que opera en la ciudad».
Además, Sanz ha anunciado que el gobierno municipal trabajará con la Generalitat para explorar el fortalecimiento de la legislación vigente, la Ley de Turismo de Cataluña, en el sentido de incrementar las sanciones por reincidencia y superar el umbral de 600.000 euros por infracciones muy graves.
La pasividad que, según el Ayuntamiento de Barcelona, ha mostrado Airbnb ha provocado que últimamente hayan aflorado casos de personas que alquilan pisos que sobre el papel son residencia habitual y luego lo utilizan para realquilarlo como piso turístico de manera ilegal. En el marco de la labor inspectora, el Ayuntamiento ha detectado uno de estos casos que Sanz ha calificado de «muy grave y alarmante».
«Hoy, aparte de dar explicaciones de lo que hacen sus trabajadores, Airbnb no tiene más opción que cumplir la ley», sostuvo Sanz, y ha continuado diciendo que si la plataforma no se aviene a acatar la legislación, no podrá operar más en Barcelona. «Iremos hasta el final desarrollando todas las competencias que tenemos», advirtió.
Por su parte, Agustí Colom ha mantenido que actuar dentro del marco normativo es beneficioso para el interés general de todos los vecinos de la ciudad. Y ha recordado que el Ayuntamiento ha creado una mesa de trabajo estable con las plataformas de alquiler turístico para avanzar en la buena gestión del turismo y garantizar que todas operan de acuerdo con la ley.
En esta mesa, sin embargo, no participa Airbnb, un hecho que, según Colom, daña la reputación de la empresa. «Barcelona proyecta una imagen internacional de ciudad que quiere gobernar el turismo, y Airbnb puede pasar de ser el problema a formar parte de la solución, tal como han escogido las otras plataformas», explicó.