La industria de los viajes se ha visto obligada a lidiar con su mayor desafío en generaciones en el último año. Las grandes OTAs, como es lógico, también se han visto afectadas. Los ingresos de Booking Holdings, el actor dominante de las agencias de viajes online, cayeron un 55 por ciento desde 2019.

Más allá de la desaceleración general, Booking tiene otro problema. Los inversores están valorando la compañía con recelo respecto a su creciente competidor Airbnb a pesar de la posición de liderazgo de Booking en los viajes online.

En una entrevista tras presentar los últimos resultados de la compañía, el CEO Glenn Fogel dijo que la empresa cuenta con una sólida plataforma tanto de habitaciones de hotel como de alojamientos alternativos, el ámbito por el que se conoce a Airbnb.

De hecho, Airbnb asegura que tiene 5,6 millones de anuncios activos, mientras que Booking dice que tiene más de 28 millones de anuncios totales y 6,2 millones de alojamientos alternativos, que incluyen casas y apartamentos privados que se alquilan como propiedades vacacionales.

Además, Booking es propietaria de varios sitios de viajes, como Priceline.com, Kayak y Agoda, además de su marca homónima.

Los viajeros reservaron 24.000 millones de dólares en alojamientos en Airbnb en 2020, mientras que en Booking se reservaron 35.000 millones.

Pero la valoración bursátil de Airbnb supera los 119.000 millones de dólares, mientras que Booking vale 95.000 millones en estos momentos.

Incluso con menos ingresos por reservas y menos alojamientos, Airbnb recibe más atención de los inversores por su identidad de marca, una batalla que Booking tendrá que librar en los próximos años con el gigante del alojamiento alternativo.

Información original en Hospitality.net.