Minsait, la unidad de transformación digital de Indra, anticipa en un informe el impacto de la transformación digital como habilitador clave para afrontar los retos sociales, económicos, medioambientales y urbanísticos que considera que las ciudades europeas deben superar para que sus espacios continúen siendo un referente y sus ciudadanos mejoren su calidad de vida.
Como respuesta integrada a los retos, Minsait defiende en su estudio ‘La Ciudad Digital al Servicio del Ciudadano del Siglo XXI’ un modelo de ciudad digital concebida como un ecosistema de innovación y servicios centrados en el ciudadano, que actúa como una plataforma abierta y conectada con sus objetos internos y territorios, y en el que la tecnología es facilitadora de soluciones para afrontar los retos de las ciudades.
“El impacto de las smart cities en la calidad de vida de los ciudadanos será cada vez mayor gracias al desarrollo de una nueva generación de servicios públicos proactivos y eficientes que se adaptan a las cambiantes necesidades de la población y que, con frecuencia, necesitan de una perspectiva más allá de los límites físicos y administrativos de la ciudad, en lo que ya se entiende como territorio inteligente, un nuevo paradigma que ha llegado para quedarse”, destaca Miguel Ángel González, director de Infraestructuras, Ciudades y Productos Conectados en Desarrollo de Soluciones Propias de Minsait.
El modelo de Minsait también pone en valor el rol de la ciudad como plataforma abierta para fomentar la cooperación entre todos los agentes que participan en la actividad social, económica y cultural, catalizando las iniciativas que requieren de los recursos y capacidades de todos ellos. “En el ámbito de la salud, por ejemplo, la coordinación entre la administración local y autonómica permite construir un escenario de colaboración donde se monitorizan los niveles de polen y se alerta a la población más sensible durante los picos de actividad”, señala Antonio Ceño, director global de Soluciones de Administraciones Públicas de Indra.
Para los expertos de Minsait, la incidencia de la tecnología sobre los distintos retos no será uniforme: en algunos casos aportará soluciones integrales que abarquen toda la problemática, pero en otros se limitará a actuar como complemento a las distintas políticas gubernamentales y soluciones de participación ciudadana. Minsait considera que once de los veinte retos establecidos pueden superarse gracias a una solución eminentemente tecnológica.
Dentro de los retos sociales, el estudio destaca el elevado impacto de las soluciones para adaptar la vida de la ciudad a una población envejecida y dotarla de oportunidades de envejecimiento activo junto a las relativas a la creación de espacios seguros y atractivos. Asimismo, cita los casos de la incorporación de funcionalidades como la geolocalización a la asistencia telemática y los estándares de accesibilidad, por un lado, o las plataformas colaborativas de participación ciudadana para alertar de riesgos, entre otros.
En el apartado de retos económicos, Minsait señala la importante contribución de la tecnología para proveer mejores servicios con menos recursos gracias a soluciones holísticas que permiten conocer en tiempo real las necesidades ciudadanas y que impactan en la eficiencia y el ahorro o que permiten el desarrollo un modelo de turismo sostenible.
En el ámbito de retos medioambientales, el estudio destaca la aportación de las plataformas integrales de gestión de transporte para afrontar el reto de un reparto modal equilibrado con mayor peso de las alternativas de movilidad sostenibles, del mismo modo que las soluciones de monitorización de redes de abastecimiento y control de residuos responden al reto del uso eficiente de los recursos.
Por último, entre las soluciones con mayor impacto para responder a los retos urbanísticos, destaca el despliegue colaborativo de redes wifi o LPWAN mediante estudios de demandas de conectividad como respuesta al reto de facilitar los medios necesarios para una conectividad digital eficaz, o las plataformas de datos abiertos, que ayudan al sector privado a afinar sus decisiones de construcción o servicios.
La ciudad como ecosistema de innovación
El modelo de ciudad digital que defiende Minsait como un ecosistema de innovación y servicios “por y para el ciudadano” se fundamenta sobre cinco principios básicos con el fin de hacer frente a esta amplia variedad y disparidad de retos, aprovechando las posibilidades que brinda la tecnología.
En primer lugar, se estructura alrededor de las necesidades individuales del ciudadano (Citizen Centric) poniendo en valor la información con la que cuenta la ciudad, lo que permite la configuración y prestación proactiva de servicios personalizados, dinámicos y que maximicen la utilidad y el impacto en los individuos. El informe también pone de relieve el apoyo a empresas y start-ups, claves en la prosperidad económica local y en la calidad de vida de sus habitantes.
En segundo lugar, la ciudad es transversal en la gestión de los datos y prestación de servicios, un entramado tecnológico de capas de sensórica, plataforma IoT y puntos de interacción con todos los interlocutores, que evita los silos verticales y habilita nuevos escenarios cruzados que permite, por ejemplo, implantar modelos efectivos de movilidad sostenible combinando la información medioambiental y de movilidad. Esta transversalidad se extiende a la relación con el ciudadano, que disponen de un único portal, accesible desde cualquier canal, para interactuar de forma sencilla con los servicios.
La conexión hacia adentro con sus objetos internos y hacia afuera con el territorio es otro de los pilares de la ciudad digital de Minsait. Se imponen así, como vías para lograrlo, la sensorización de una muestra representativa de edificios urbanos para modelizar la ciudad y la integración de los movimientos de personas, vehículos, mercancías o residuos desde la perspectiva del edificio y la ciudad para generar modelos de gestión más previsores y efectivos.
Del mismo modo, la ciudad debe estar conectada con su área metropolitana para articular los flujos combinados de información como, por ejemplo, la coordinación de redes urbanas e interurbanas de transporte para favorecer alternativas al transporte privado.
Por último, Minsait considera que la ciudad digital debe ser accesible y universal, capaz de equiparar las oportunidades para las ciudades pequeñas y grandes, lo que será posible, independientemente del tamaño de los municipios, por medio de una extensa oferta de servicios especializados y el pago por servicios compartido entre ciudades.
Como colofón al estudio, Minsait identifica una serie de claves para garantizar el éxito de la transformación y la sostenibilidad del proyecto en el tiempo: visión clara a largo plazo utilizando los recursos ya disponibles, tanto propios como externos; implementación progresiva mediante proyectos con impacto real a corto plazo; involucración de ciudadanos y funcionarios en el proyecto de la nueva visión de ciudad; modelo de servicios y marco normativo apto para la colaboración público-privada y la innovación; y, por último, el intercambio de experiencias, conocimientos y recursos entre ciudades y territorios.