Según algunos expertos, la muerte del seguimiento a través de cookies de terceros en los próximos dos años significa el principio del fin del internet abierto y libre que conocemos hoy. El argumento en este caso es que la limitación del rastreo que hacían las cookies limita la publicidad y eso, a su vez, limita la capacidad de monetización de las empresas.

La falta de monetización, por tanto, conduce a la decadencia de los propios sitios. Esta conclusión da lugar a titulares llamativos, pero no podría estar más lejos de la realidad. La publicidad como vehículo de monetización online no va a desaparecer. De hecho, según todas las estadísticas, creció en 2020 y crecerá aún más en 2021, tal y como refleja este artículo publicado en el blog de la firma Koddi.

Desde el punto de vista de las empresas turísticas, es importante adaptarse a la desaparición de las cookies ahora antes de que no haya alternativa. Es el momento de aprovechar los programas publicitarios del mercado privado y probar y aprender lo que funciona.

Aunque esto suponga más trabajo inicial, la orientación de los esfuerzos de marketing online será más eficaz, los beneficios serán mayores y los usuarios lo agradecerán.

Con la desaparición de las cookies de terceros, se necesitarán soluciones publicitarias digitales nuevas, innovadoras y que den prioridad a la privacidad.

Los programas de publicidad en mercados privados a los que nos referíamos anteriormente ofrecen numerosas ventajas sobre los intercambios tradicionales y son la estrategia de medios digitales de más rápido crecimiento. Ahora es el momento de actuar, cambiar a mejor y abrazar el futuro de la publicidad digital.

En este sentido, cabe recordar que la experiencia de búsqueda online puede estar desarticulada. En el panorama actual, por ejemplo, un viajero busca un hotel en Miami en su ordenador. El viajero encuentra un buen hotel boutique y reserva.

Horas más tarde, navegando por la web en el móvil, el viajero recibe un anuncio del mismo hotel que reservó ese mismo día. Esto se debe a que las cookies de terceros no permiten la segmentación entre dispositivos.

Al alejarse de las cookies de terceros, los anunciantes de viajes pueden dirigirse a las personas, no a las cookies. Esto se llama «marketing basado en las personas».

Así, en el mismo escenario, el viajero reserva una habitación de hotel en Miami en su ordenador. Más tarde, ese mismo día, está en el móvil y se le muestra un anuncio de una actividad en Miami.

La experiencia del consumidor mejora gracias a la segmentación entre dispositivos.

Los tres pilares para un mundo sin cocinas

Correos electrónicos con hash: Un correo electrónico con hash utiliza un algoritmo para convertir un correo electrónico en una mezcla única e irreconocible de caracteres con el fin de identificar y dirigirse a los viajeros online.

Por ejemplo, después de aplicar el hash a «[email protected]», el algoritmo proporcionaría una cadena de caracteres irreconocible como «d7984b9599199b83cc213f19cb2906d2». Un correo electrónico con hash se puede recopilar de varias maneras, pero sobre todo solicitando un inicio de sesión en su sitio web, o después de que un viajero complete una reserva en la web del hotel. Entonces, cuando ese viajero visite otros sitios web, podrás dirigirte a él utilizando su correo electrónico con hash en lugar de las cookies.

ID de cookies propias: se trata de un identificador único que los anunciantes comparten con nosotros para relacionar la actividad de los usuarios en nuestra  web con sus correos electrónicos con hash, mejorando así el rendimiento de la campaña. Como se ha indicado anteriormente, el ID de cookies propias parte es algo que el hotelero, como propietario de la web, almacena y gestiona.

Datos históricos de reservas: Incorporamos estos datos de CRM para enriquecer el rendimiento de cada campaña. Puede tratarse de datos obtenidos offline (agentes en un mostrador, call center, etc.) o de datos históricos online.

Más información en el blog de Sojern.