Barcelona es el claro ejemplo del entusiasmo aparentemente interminable para las iniciativas «Smart City», una propuesta de desarrollo de ciudades y destinos donde el futuro internet de las cosas encuentra su espacio natural. Parece una situación ventajosa para todos los implicados: los operadores del sector ven la posibilidad de ganar dinero, las administraciones de las ciudades mejoran su prestigio y la eficiencia de sus infraestructuras… sólo falta hacer llegar a residentes y viajeros las ventajas de vivir o visitar una ciudad inteligente.
El proyecto 22@Barcelona transforma doscientas hectáreas de suelo industrial de Poblenou en un distrito innovador que ofrece espacios modernos para la concentración estratégica de actividades intensivas en conocimiento. Esta iniciativa es a su vez un proyecto de renovación urbana y un nuevo modelo de ciudad que quiere dar respuesta a los retos de la sociedad del conocimiento.
Es el proyecto de transformación urbanística más importante de la ciudad de Barcelona en los últimos años y uno de los más ambiciosos de Europa de estas características, con un potencial inmobiliario alto y una inversión pública del plan de infraestructuras de 180 millones de euros.
También hay conexión Wi-Fi a lo largo de las playas, parques y otros espacios públicos de Barcelona, con aproximadamente la mitad de los 1.500 puntos Wi-Fi previstos ya instalados.