Si hay un destino europeo cercano en el que los viajeros pueden experimentar la magia de la Navidad al máximo nivel es Bruselas. La capital belga está conectada con los principales aeropuertos españoles y hay múltiples aerolíneas, incluidas de bajo coste, que operan varios vuelos directos diarios de solo dos horas de duración.
Su completa agenda de eventos, su rico patrimonio histórico y artístico, su interesante oferta de ocio, su gastronomía de alta calidad y su amplia programación de actividades para la época navideña convierten a Bruselas en la escapada perfecta tanto para familias con niños como para parejas, grupos de amigos, viajeros sénior, etc.
En Bruselas, la Navidad constituye todo un festival, conocido como “Plaisirs d’Hiver” (“Placeres de invierno”), que se inaugura el día 24 de noviembre con un animado desfile en la Grand Place. En esta plaza es donde se instala el gran árbol de Navidad y donde tiene lugar el espectáculo de luces y sonidos, todos los días de 17.00 a 22.00 hrs.
Sin duda alguna, su principal atractivo es el mercado de Navidad, el más grande de Bélgica, que ha sido reconocido en varias ocasiones como el mejor de todo el mundo. Este se distribuye por todo el corazón de la ciudad, a lo largo de un recorrido de unos 2,5 kilómetros, y está formado por cerca de 250 puestos, en los que se ofrece todo tipo de productos típicos bruselenses y navideños. El mismo está abierto al público del 24 de noviembre al 31 de diciembre.
En la plaza de Sainte-Catherine y la Bourse, los amantes de la gastronomía pueden encontrar una gran variedad de productos dulces y salados, para comer en el momento o llevarlos a casa, y los regalos más originales.
La Iglesia de Sainte-Catherine también es protagonista durante estos días tan especiales, ya que sobre ella se proyecta un vídeo mapping cada día que sorprende a todo el que la visita.
Junto a la plaza de Sainte-Catherine, en la plaza Marché aux poissons, se instala una noria gigante desde la que admirar unas bellas panorámicas de Bruselas.
Asimismo, la plaza de la Monnaie se convierte hasta el día 31 de diciembre en un pueblo après-ski, gracias a la instalación de tres pistas de curling artificiales, ideales para pasar un divertido día en familia. Para aquellos que prefieran patinar, pueden dirigirse a la gran pista de hielo de la plaza de Brouckère, que está rodeada de puestos donde seguir comiendo y bebiendo al más puro estilo tradicional.
El parque temático en miniatura Mini-Europe también celebra las fiestas. Del 9 de diciembre al 7 de enero, contará con decoraciones típicas navideñas a tamaño natural, como amigables renos, coro navideño, Papá Noel despegando de la pista del aeropuerto e incluso muñecos de nieve manifestándose en contra del calentamiento global, entre otros. Al finalizar el día, las fachadas de las escenas en miniatura y los jardines se iluminarán, creando un inolvidable juego de luces y sombras.
Todas las actividades tendrán lugar hasta el día 31 de diciembre de 2023, aunque algunas de ellas se ampliarán hasta el 8 de enero de 2024, para que los turistas puedan seguir disfrutando de la magia de la Navidad como nunca lo han hecho antes.