La industria aérea ha debatido durante mucho tiempo sobre sus esfuerzos de sostenibilidad, especialmente en lo que respecta a las emisiones. En los últimos años, varias iniciativas han sido lanzadas para abordar el impacto ambiental del sector.
En 2022, Google lanzó su Travel Impact Model para medir las emisiones de vuelos, y American Express Global Business Travel se asoció con Chooose para integrar cálculos de emisiones de carbono en sus herramientas de reservas. Además, Travalyst hizo público su marco de sostenibilidad en la aviación para la recopilación y visualización de datos de emisiones.
Estas acciones están alineadas con el compromiso de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, en apoyo del Acuerdo de París.
Sin embargo, algunos expertos del sector consideran que estos esfuerzos deberían abordarse de manera más integral para proporcionar una medida más significativa del progreso hacia el objetivo de cero emisiones netas. ¿Debería la industria aérea ampliar su visión sobre sostenibilidad más allá de las emisiones para ofrecer una evaluación más completa?
Un informe que revela la realidad: la industria no está cumpliendo sus objetivos
Los resultados del Net-Zero Airline Ranking del segundo trimestre de 2024, desarrollado por Sustainable Aero Lab en colaboración con Research + Attitude, muestran que la industria no está en camino de alcanzar sus metas de sostenibilidad. En lugar de centrarse exclusivamente en las emisiones, este análisis evalúa una serie de factores que buscan medir el compromiso real de las aerolíneas con un futuro de aviación libre de emisiones.
Según el informe, existe una considerable incertidumbre en el debate público sobre si las aerolíneas realmente están invirtiendo en las innovaciones necesarias para un futuro de aviación neta cero. Esta nueva evaluación proporciona una visión más completa, teniendo en cuenta que los viajes aéreos representan menos del 3% de las emisiones globales de CO2, aunque esta cifra podría aumentar según los análisis recientes.
¿Qué diferencia a este análisis?
Aunque las emisiones suelen ser el principal indicador del progreso en sostenibilidad, el Net-Zero Airline Ranking va más allá. Lukas Kaestner, cofundador y director de operaciones de Sustainable Aero Lab, explicó que el objetivo de este análisis es ofrecer mayor transparencia sobre lo que significa la sostenibilidad en el contexto de la aviación. El informe evalúa el compromiso de las 20 aerolíneas más grandes del mundo (en términos de ingresos) con un futuro de cero emisiones.
Lennart Dobravsky, fundador de Research + Attitude y colaborador en el desarrollo del informe, explicó que esta evaluación es única porque incluye métricas más allá de las habituales, como las emisiones de CO2 por pasajero-kilómetro. De este modo, se busca proporcionar una imagen más detallada de los esfuerzos de sostenibilidad de la industria.
Kaestner añadió que, hasta la publicación de este informe, no existía un ranking o punto de referencia que recopilara esta información para las aerolíneas más grandes del mundo. «Es importante tener este tipo de transparencia para guiar la discusión y permitir preguntas y debates sobre el tema», aseguró.
Lo que revela el informe
El informe revela que las 20 aerolíneas más grandes no están haciendo lo suficiente para cumplir con sus compromisos de sostenibilidad. Entre los factores evaluados se encuentran la edad de las flotas, el uso de combustibles sostenibles para la aviación (SAF), los acuerdos de suministro de SAF, los fondos climáticos y las inversiones en iniciativas verdes.
Según Dobravsky, ninguna de las aerolíneas analizadas ha invertido lo suficiente en SAF, ni en acuerdos de suministro a largo plazo para asegurar el abastecimiento futuro de estos combustibles. Además, las aerolíneas no han destinado suficientes recursos a startups de aviación sostenible ni a fondos climáticos.
De hecho, 18 de las 20 aerolíneas evaluadas obtuvieron menos del 33% en la escala de «estrategia integral de compromiso con el cero neto». En general, el estudio señala una falta de estrategias comprensivas y destaca que, aunque las aerolíneas han recibido elogios por sus esfuerzos de sostenibilidad, existe una gran brecha entre sus declaraciones públicas y sus acciones reales.
Algunas aerolíneas destacadas
A pesar de los resultados negativos, el informe menciona a un par de aerolíneas que se destacan del resto. Según Dobravsky, tanto United Airlines como KLM Air han mostrado un mayor compromiso en comparación con sus competidores, aunque con enfoques diferentes.
El informe también busca iniciar una discusión sobre cómo medir mejor el progreso hacia la sostenibilidad en el futuro. Aunque el enfoque elegido no está exento de limitaciones, el equipo espera que esta publicación convenza a otros actores de la industria de la aviación a adoptar un enfoque más transparente y comprometido.
¿Es posible avanzar en sostenibilidad?
Los resultados del informe subrayan la necesidad de que las aerolíneas adopten estrategias más integrales y se alejen de compromisos superficiales. Según Dobravsky, el problema radica en que la industria no tiene una vía clara hacia el cero neto con las tecnologías actuales, lo que requiere inversiones significativas en innovación radical.
El desafío, explicó, no es tecnológico, sino de voluntad. Para Kaestner, la industria tiene la capacidad de avanzar en sostenibilidad en los próximos cinco años si está dispuesta a tomar las decisiones correctas. «La pregunta no es si es posible, sino si estamos dispuestos a hacerlo», afirmó.
El informe también destaca que las aerolíneas pueden mejorar su posición con esfuerzos relativamente pequeños. Inversiones modestas en sostenibilidad, por ejemplo, podrían generar mejoras significativas en comparación con sus competidores.
Conclusión: el camino hacia la sostenibilidad
El informe sugiere que, si bien la industria de la aviación ha avanzado en su compromiso con la sostenibilidad, queda mucho por hacer. Las aerolíneas deben dejar de lado los enfoques superficiales y realizar inversiones reales en tecnología y sostenibilidad para cumplir con sus objetivos de cero emisiones.
Al final, la clave será la voluntad de la industria no solo para reconocer dónde se encuentra en el desafío del cero neto, sino para comprometerse a adoptar medidas que impulsen el cambio hacia un futuro más sostenible en la aviación.