Ante la evolución del proceso de secesión que promueve el Gobierno de Cataluña y la probable declaración unilateral de la independencia, la Mesa del Turismo se ha pronunciado como parte de la sociedad civil y como representante de una actividad que supone el 12% del PIB y el 14% del empleo nacional, para alertar sobre las gravísimas consecuencias que pueden derivarse para la actividad turística, no sólo en Cataluña sino en todo el conjunto del turismo en España.
La compañía Mirai ha analizado de forma exhaustiva las consecuencias en las reservas hoteleras de las tensiones políticas que el destino Barcelona vive estos días, después de haberse recuperado de los efectos producidos por los atentados terroristas del pasado mes de agosto.
En el estudio completo, publicado en el blog de la compañía, se contemplan como aspectos positivos que los atentados han afectado pero no han hundido las reservas. De hecho, parecía detectarse una recuperación 4-6 semanas después de los atentados y no ha habido anulaciones masivas.
Sin embargo, la excelente previsión de reservas para la ciudad no se va a materializar. Septiembre se salva, octubre a la baja, noviembre incierto, debido precisamente a la tensión política. Es más, las anulaciones muestran un aumento general interanual, en todos los meses, incluso en los previos.
Según Mirai, tras los atentados hubo caída en el pickup de octubre, aunque también se podría achacar a precios altos: cuando los hoteles bajaron precio el pickup aumentó. Excepto esta última semana, la del estallido del problema político, en que vuelve a caer la realización de nuevas reservas para octubre.
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