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El poder disruptivo de la economía colaborativa en el turismo

El poder disruptivo de la economía colaborativa en el turismo

#techYfuturo se centró en el poder de la tecnología como instrumento de creación de economía colaborativa. José Juan Mora Pérez, CTO y fundador de Kolokium y Javier Creus, fundador de Ideas for Change y autor de Pentagrowth, presentaron sus proyectos y pusieron en común sus ideas en una charla entre ambos que cerró la mañana.

Mora Pérez focalizó mucho su ponencia en la tecnología blockchain, debido al sistema de trazabilidad universal sobre dicha base de datos que su empresa, Kolokium, ha realizado. Blockchain, para los no iniciados, es una base de datos distribuida formada por cadenas de bloques diseñadas para evitar su modificación una vez que un dato ha sido publicado. Dicha tecnología, y todo su ecosistema asociado, viene a solucionar el problema que provoca en los usuarios de internet la desconfianza en las transacciones y ofrece la posibilidad de poner en marcha sistemas de intercambio de activos que no precisen de los procedimientos del mundo real para poder funcionar. Mora admitió que, en general, el tema de la desintermediación es el que más dudas plantea a la hora de hablar de blockchain. “Pero la desintermediación la eliminas si no confías en el intermediario. En el sector turístico, si sobran intermediarios, es que hay gente que no ha sabido evolucionar. El gran problema del intermediario hoy en día es que el usuario no sabe por qué le está pagando una comisión. Con la transparencia de blockchain, sabes siempre a qué se dedica”. Mora Pérez resaltó que sería necesaria una campaña de concienciación para que la gente recuperase la soberanía digital, el derecho a tener y manejar sus propios datos, no sólo los que se entregan a las redes sociales sino también los que se dan a otro tipo de empresas.

Javier Creus incidió en cómo aprovechar las cinco palancas del crecimiento exponencial para reinventar una idea. Así, dichas palancas ayudarían a potenciar los activos y las capacidades de una compañía. A la hora de diseñar un producto, por ejemplo, destacó que hay que tener muy claro en qué red se quiere centrar la empresa y poner toda la carne en el asador en ella. “Tener éxito en una red no quiere decir ser líder en la siguiente”, destacó. Igualmente, elaborar el inventario de una compañía, uno de sus mayores activos, debe intentar generarle cuanto menos esfuerzo mejor. La empresa también debe darles poder a los usuarios, en vez de asumir que son sólo clientes, y proporcionarles a los socios del negocio instrumentos para desarrollarse. Finalmente, Creus destacó la importancia que tiene compartir el conocimiento que se obtiene en el negocio: “El conocimiento que no se convierte en moneda social está destinado a desaparecer”.

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En la charla, moderada por Juan Daniel Núñez, editor de Smart Travel News, ambos ponentes se centraron en las innovaciones en el mercado y el entorno empresarial, poniendo el foco en el sector turístico y destacando que los cambios en la economía colaborativa en cuanto al turismo tienen mucho que ver con la estructura a la que se enfrentan, ya que plantarle cara a determinados sectores, que están muy organizados (como el hotelero o el de transportes privados), puede ser más difícil que ofrecer nuevos modelos de negocio en los que la competencia esté más deslavazada. Sin embargo, puntualizó Creus, es cierto que hay sistemas ya existentes (casas o transporte compartido) con los que incluso los sectores más organizados no pueden competir, porque ya se ha creado una demanda y un mercado. Lo que la irrupción de esta economía compartida tiene que provocar en las empresas tradicionales es un revulsivo que les haga investigar dentro de sus propios activos y encontrar qué les hace únicos y cómo pueden convertir eso en valor de negocio. “No hay que copiar”, declaró, “sino inventar desde la fortaleza de cada uno”.

El internet de las cosas, según Mora, no puede ser sólo conectar objetos a Internet y ya está. “Esas cosas tienen que hablar entre ellas y facilitarnos la vida”. Su aplicación en el sector turístico vendría dada por la relación entre la persona, el producto y la personalización de éste de acuerdo con las preferencias del viajero. En cuanto al miedo a la inteligencia artificial, para Mora no tiene ningún sentido. “Ya estamos rodeados de gente más inteligente que nosotros y creemos que estamos protegidos por ser de la misma especie. Tenemos que pensar en la Inteligencia Artificial como algo que nos va a ayudar a evolucionar, a aprender más”.

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