Sostenibilidad, innovación y seguridad son los valores de Indoorclima, una empresa que ofrece mantenimiento virtual y optimización en la gestión energética de instalaciones de climatización, algo que realiza gracias a su premiada plataforma SGClima, tecnología innovadora en ahorro de consumo energético.
En esta ocasión charlamos con su CEO, María del Mar Romero.
En el contexto actual, el control de la calidad del aire que respiramos ha cobrado una nueva importancia, ¿cómo valora esta nueva situación para la industria?
Es muy positivo que la calidad del aire tome una posición más relevante en el sector, pero más aún que lo tome desde el punto de vista de la salud de las personas.
Existe poco conocimiento sobre un fenómeno real que es el de los Edificios Enfermos, aquellos que hacen que sus usuarios respiren aire en condiciones de humedad y CO2 que no cubren las necesidades musculares, dermatológicas y en general desaconsejables para los seres humanos.
Cuidar de la calidad del aire en un edificio donde las personas pasan muchas horas, como oficinas, o donde duermen, como hoteles, es fundamental y de hecho existen reglamentaciones como el RITE que así lo consideran.
¿Qué pueden hacer los hoteles para garantizar la calidad del aire en estos momentos?
Asegurarse de que sus instalaciones de climatización están en perfecto estado y de que el mantenimiento de limpieza de filtros está al día son básicos indiscutibles.
Desde Indoorclima vamos mas allá, y con SGAirQ les ofrecemos medir y mejorar en tiempo real la calidad del aire. El cliente alojado o asistente a una reunión puede ver en su móvil -mediante un código QR- o en pantallas en el mismo hotel, el estado del aire que respira en cada momento.
¿Y cómo lo hacemos? Nosotros llevamos a cabo la gestión del aire de forma virtual, mediante algoritmos que tienen en cuenta el aforo, la temperatura y la humedad en cada momento y que activan la ventilación interior según necesidades de la propia instalación y cuidando los consumos eléctricos haciendo que no penalice la sostenibilidad del edificio.
¿En qué consiste el control virtual de la climatización de los edificios?
El concepto es relativamente sencillo: mediante la instalación de nuestra plataforma SGClima somos capaces de ver y gestionar en tiempo real las instalaciones de climatización de los espacios que monitorizamos.
La plataforma utiliza algoritmos para saber cuándo ventilar, subir o bajar la temperatura con el fin de obtener el mayor confort con el menor consumo. En definitiva, perseguimos y conseguimos la gestión optima de la climatización y la calidad del aire en edificios.
¿Cómo se resuelve de forma remota una incidencia con la calidad del aire de un edificio?
Cuando el sistema detecta que los ppm de CO2 en el aire superan los valores óptimos preestablecidos, se activa la ventilación interior mediante la mejor combinación de aire exterior e interior que pasa por filtros de UV y un proceso de ionización que lo limpia, enfría o calienta según sea necesario.
¿Utilizan alguna tecnología concreta para la eliminación de virus?
Virus y bacterias existen en suspensión en el aire. Cuanto más limpio es el aire que respiramos, menos virus y bacterias habitan en él, y hoy por hoy no existe una forma de medir si algún virus en concreto está en el aire.
Ese flujo interior que retornamos al interior es el que pasa por el proceso de limpieza.
Los métodos que utilizamos son según criterios técnicos y también de coste y van desde el paso por lámparas UV en conductos dimensionados para caudales máximos o con sistemas de Ionización Catalítica Radiante basada en el principio físico de fotocatálisis.
¿Cómo se combinan estas tecnologías de un modo más sostenible y, si es posible, más barato?
Esta es precisamente nuestra ventaja competitiva, y a lo que nosotros dirigimos nuestros esfuerzos, innovación y inversión.
Mediante la utilización de Big Data e Inteligencia Artificial hemos creado unos algoritmos que activan las instalaciones de climatización y ventilación gestionándolos de forma optima y sin derroches de consumo. Es por ello que somos capaces de garantizar ahorros del 15% pero que pueden alcanzar hasta el 50% según gestión y estado de la instalación.