La incertidumbre provocada por el empeoramiento de la inflación, la prolongada interrupción de la guerra y el aumento de las tasas de Covid-19 siguen poniendo en peligro las perspectivas del turismo en toda Europa. No obstante, la Comisión Europea de Viajes prevé que la disposición a viajar este verano prevalecerá.
La edición más reciente del informe trimestral «Tendencias y perspectivas del turismo europeo» indica que la recuperación está en plena marcha de cara a la temporada alta de verano de 2022, y se espera que los ahorros de los consumidores acumulados durante la pandemia apoyen la demanda de viajes.
La ETC predice que Europa recuperará este año el 70% de la demanda de viajes anterior a la pandemia. En lo que va de 2022, Bulgaria (-8%), Serbia (-10%) y Turquía (-14%) registraron los mayores repuntes en las llegadas de turistas. Mónaco (-22%), Croacia (-30%), Islandia (-35%) y Eslovenia (-37%) -los únicos destinos que han presentado datos hasta mayo- también mostraron una fuerte recuperación.
En el otro extremo del espectro, la proximidad geográfica de Letonia con Rusia está frenando la recuperación turística del país tras la pandemia (-63%) tras las cancelaciones masivas de reservas hoteleras. Eslovaquia y la República Checa también se encuentran entre los destinos de Europa del Este que superan el 50% de descenso.
Aunque el sentimiento viajero en Europa sigue siendo fuerte, la base de ahorro -que se esperaba que reforzara el crecimiento- se ha visto erosionada por el aumento del coste de la vida debido a las subidas de los precios de la energía y los alimentos.
Además, la fuerte aceleración de los precios del combustible también aumenta directamente el precio de los viajes, o más concretamente del transporte. Para los consumidores, la subida de precios probablemente desplace las preferencias hacia opciones de menor coste, como las estancias, o formas de transporte más asequibles a países cercanos.
En consecuencia, se espera que los viajes de corta y media distancia sigan impulsando la recuperación del turismo europeo. Las llegadas de los mercados de larga distancia siguen estando muy retrasadas, especialmente en Asia, donde el sentimiento de viaje se ha visto obstaculizado por las actuales restricciones de Covid-19.
Aunque el sentimiento en Estados Unidos es más positivo, la recuperación sigue siendo más lenta de lo esperado. Los ciudadanos estadounidenses que regresan de Europa tuvieron que someterse a las pruebas PCR antes de viajar hasta finales de mayo o principios de junio, lo que puede haber frenado la demanda.