Google ha sido acusada de «maquillar» las emisiones de carbono de los vuelos. El gigante de las búsquedas y de todo lo demás, y miembro de la coalición de viajes sostenibles Travalyst, fue denunciada en un artículo de la BBC por hacer que los vuelos parezcan tener un menor impacto en el medio ambiente a través de su calculadora de carbono en Google Flights.
El artículo también señala un post en GitHub en el que Google explica sus cambios en el cálculo del carbono, asegurando que está «eliminando provisionalmente las estelas de condensación de nuestras estimaciones de CO2» y que el cambio se produce tras las recientes discusiones con académicos y socios de la industria.
Un portavoz de Google ha declarado a PhocusWire que «creemos firmemente que los efectos no relacionados con el CO2 deben incluirse en el modelo, pero no a expensas de la precisión de las estimaciones de vuelo individuales».
«Para solucionar este problema, estamos trabajando estrechamente con destacados académicos en una investigación que se publicará próximamente para comprender mejor cómo varía el impacto de las estelas de condensación en función de factores críticos como la hora del día y la región, lo que a su vez nos ayudará a reflejar con mayor precisión esa información a los consumidores, pero manteniendo el etiquetado como «CO2e» en el modelo para garantizar la compatibilidad futura».
Google anunció hace un año una serie de pasos en torno a la sostenibilidad, incluyendo una insignia de certificación ecológica para los hoteles que han cumplido con los estándares de sostenibilidad de ciertas organizaciones independientes.
Además, el gigante de las búsquedas se unió a Travalyst, la organización fundada por el príncipe Harry, duque de Sussex, en 2019, y fue visto como una poderosa adición a la línea existente de Booking.com, Expedia, Skyscanner, Trip.com Group y Tripadvisor.
El sector de los viajes está sometido a un gran escrutinio cuando se trata de su impacto en el carbono. Todavía en 2022, los gigantes de los viajes online, por ejemplo, parecen no darle prioridad, al menos en sus ganancias.
Y, a pesar de que los viajeros dicen que pagarían por compensar o eliminar las emisiones de carbono, la mayoría sigue priorizando el precio sobre la sostenibilidad.
Los numerosos esquemas y acreditaciones que abordan la sostenibilidad en diferentes segmentos del sector no hacen sino aumentar el reto, y los llamamientos a un esfuerzo global de descarbonización son sólo llamamientos, en realidad.
