Planificación y reserva más fácil de viajes aéreos y ferroviarios, mediciones de las emisiones normalizadas legalmente, mejora de los billetes de ferrocarril transfronterizos, protección financiera para los pasajeros contra la quiebra de los proveedores y más impuestos para la aviación.
Todos estos avances podrían estar al alcance de los viajeros de negocios europeos tras la publicación, el 9 de diciembre, de la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente de la Comisión Europea, un plan de acción de 82 iniciativas reglamentarias para orientar su política de transporte en los próximos cuatro años.
El plan tiene como objetivo mantener a los ciudadanos europeos en movimiento mientras se toman las medidas necesarias «para lograr una reducción del 90 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte para el año 2050», dijo la Comisión.
«Hoy en día, el transporte representa una cuarta parte del total de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE y esas emisiones han aumentado en los últimos años».
La Comisión tratará de revisar en 2021 y 2022 toda la legislación pertinente a fin de reflejar el objetivo de que en 2030 los operadores de transporte ofrezcan «opciones neutras desde el punto de vista de las emisiones de carbono para los viajes programados por debajo de los 500 km dentro de la UE». En términos prácticos, esto significa que las aerolíneas deberían conectar y vender trenes de alta velocidad en lugar de o junto a sus propios vuelos hasta esa distancia.
El obstáculo, según la Comisión, es que «la planificación de los viajes multimodales y la compra de los billetes necesarios suele ser complicada, ya que actualmente no existe un marco para los servicios integrados y multimodales de información, emisión de billetes y pago de los viajes en toda la UE».
La Comisión desea que los viajeros reciban información obligatoria sobre la huella de carbono de todas las opciones de viaje que se les presenten durante la planificación.
Asimismo, durante los próximos dos años, la Comisión considerará la posibilidad de proponer un «plan de protección financiera para proteger a los pasajeros contra el riesgo de una crisis de liquidez o una insolvencia en lo que respecta al reembolso de los billetes y, en caso necesario, su repatriación».
Finalmente, la Comisión tiene como objetivo duplicar el tráfico ferroviario de alta velocidad para el 2030. Además de fomentar nuevos servicios e impulsar los viajes multimodales, quiere hacer más atractivo el ferrocarril simplificando el uso y la compra de billetes transfronterizos, una empresa notoriamente difícil debido a las numerosas incoherencias entre los distintos sistemas de los operadores ferroviarios. En 2021 se dará a conocer un plan de acción.
Información original en Business Travel News.