Aparecía recientemente un artículo en Business Insider sobre la forzada adaptación, debida a la actual coyuntura, de ciertas áreas o espacios de los hoteles para ofrecer facilidades a los teletrabajadores que necesiten un lugar de trabajo ajeno a su propio hogar.
Y es que el teletrabajo se está convirtiendo en una de las palabras de moda de este 2020 tan diferente que nos está tocando vivir. Desde quien trabaja desde casa obligado por la empresa, hasta quien coge la mochila y se convierte en nómada digital, hay diversidad de perfiles que se engloban dentro de esa definición.
Sin embargo, hay que ser realistas: Debido a las normas sobre distancia social, la utilización de las zonas comunes de los hoteles como zonas de teletrabajo, con personas sin relación compartiendo mesa y asiento tal vez no sean viables en el corto plazo (en Reino Unido ya se ha anunciado que la actual normativa de distancia social se prolongará al menos hasta Octubre de 2021).
Las empresas especializadas de coworking, como WeWork, han sufrido la realidad de un subsector aun estableciéndose.
Es por ello que otras ideas como sugiere el artículo de BI quizá tengan más recorrido: por un lado, se plantea la reconversión de algunos hoteles en residencias estudiantiles. Viable a medio plazo en algunos casos, la situación actual, con gran parte de centros universitarios ofreciendo casi todas sus clases online, hace que esta opción sea menos atractiva en el corto plazo. Además, sólo los hoteles que se encuentre relativamente cerca -geográficamente- de un gran campus podrían ser considerados.
Queda pues una última opción, también mencionada, y es la reconversión de los hoteles en resorts para mayores.
De ello hablaba hace poco con Inma Meco, creadora de la consultora Medtravelconsulting, especializada en turismo médico, un negocio aún por explotar y con gran recorrido a futuro.
La población mundial, pero especialmente en los países del entorno europeo, aumenta paulatinamente su esperanza de vida. Muchas personas mayores, sin embargo, son reacias a vivir en una residencia en el contexto actual. Ya no sólo por lo que pasó al comienzo de la pandemia, sino por el concepto en sí: mezcla de numerosos perfiles y situaciones médicas, sin ninguna relación entre ellos. Muy poco atractivo.
Sin embargo, si la residencia virase su concepción, donde cada persona o pareja tiene su zona privada -habitación o apartamento-, y donde se ofrecen una serie de garantías en cuando a cuidados médicos y asistenciales, la idea comienza a ser más atractiva. Y si esta residencia -llamémosle resort-, contase con piscina, estuviese cerca de la playa, y en un entorno con buen tiempo la mayor parte del año, el concepto pasa a ser realmente interesante.
Esto es lo que opinan muchos jubilados norteamericanos, donde el concepto lleva arraigado muchos años, y que eligen Florida como destino para disfrutar de un retiro dorado.
En Europa, suelen ser los jubilados del norte de Europa los que buscan un clima más favorable, un entorno seguro y unas facilidades sanitarias de primer nivel. Y todo ello se da en España.
En 2019 hubo en España 83 millones de turistas. En 2020 serán un tercio de esos, con suerte. Y en 2021, incluso con una posible vacuna a la vista, los números no se espera que sean mucho mayores. ¿Qué hacer con esa planta hotelera sobrante? ¿Abandonarla y crear zonas de costa fantasma con edificios en ruinas?
Pese a que ya se han ido dando algunos pasos, hay mucho por hacer en este sector. El potencial es enorme, por lo que ahora lo que se necesitan son acuerdos público-privados para facilitar tanto la reconversión de cierta planta hotelera actual que pueda estar obsoleta, como para promover nuevos proyectos sostenibles.
Miremos más allá del turismo barato de sol y playa. Hay opciones.
Pablo Torres es un consultor hotelero español con sede en Londres, con 20 años de experiencia en el sector.
Ha trabajado 10 años en Hoteles de 5* (Operaciones, Rooms & Revenue Management), y como consultor y formador ha implementado, desde 2011, proyectos en más de 150 hoteles en 25 países de todo el mundo, habiendo formado directamente a más de 2,000 profesionales.