No es un hecho muy conocido aún entre los viajeros, pero los hoteles pueden comercializar sus habitaciones a través de Airbnb.
La plataforma trabaja con asociaciones de hoteleros americanos para facilitar que se incorporen. Algunos establecimientos ya comercializan sus alojamientos por esta plataforma, mientras que en España también se están incorporando lentamente.
En la siguiente tabla se pueden ver los datos de habitaciones hoteleras en Airbnb en Otoño de 2019.
Esto es una oportunidad para los primeros hoteles que se incorporen a este nuevo canal.
El público joven prefiere contratar alojamiento a través de esta plataforma porque tiene ciertas características que le resultan atractivas. Incorporarse a este nuevo sistema supone la oportunidad de abrirse a un nuevo público.
Como todas las amenazas, supone una oportunidad y en este caso más que nunca. Gran parte del sector hotelero se ha concentrado en enfrentarse a Airbnb y no ha tenido en cuenta la capacidad de crecimiento que supone para hoteles, especialmente teniendo en cuenta que muchas OTAs ejercen una presión sobre los precios que asfixia a hoteles pequeños.
Un aspecto importante y que despista a cualquier persona del entorno hotelero es la estructura de los anuncios. Tradicionalmente las plataformas de reservas están basadas en un anuncio raíz para cada hotel que contiene todo el inventario de habitaciones. E
n Airbnb esto no funciona así. Cada habitación o apartamento se introduce individualmente y tiene sus propias fotos y descripción. Esto permite que el huésped tenga una experiencia mucho más consistente, porque desde el minuto cero conoce en qué espacio se alojará y no tiene que esperar una asignación de habitación al llegar al hotel. Este sistema complica un poco la gestión hotelera pero supone una oportunidad para optimizar políticas de precios que no se debe dejar pasar.
También hay que considerar la necesidad de una comunicación sólida. Es frecuente tener personal especifico atendiendo las redes sociales y puede ocurrir que estas personas no están relacionadas con la gestión diaria del hotel o incluso sea personal externo.
Esto no funciona con Airbnb, porque la comunicación es directa entre huésped y hotel. Cuando se recibe un mensaje de un posible huésped la probabilidad de que se convierta en reserva es muy alta, superior al 80%. Por eso es importante tener una comunicación sólida y conectada con la prestación del servicio.
Estos son aspectos muy importantes para que un establecimiento tenga éxito en Airbnb, pero a muchas personas del sector hotelero les surge una duda: «si es cierto que Airbnb esta abierto a los hoteles ¿porqué no estoy recibiendo publicidad que me anime a unirme?
Esta pregunta es muy lógica, especialmente teniendo en cuenta que otras plataformas son muy activas en publicidad. Esto ocurre por dos motivos.
Airbnb utiliza marketing viral. Los propios usuarios de Airbnb, tanto huéspedes como anfitriones, reciben incentivos en forma de descuentos en viajes, para promocionar la plataforma. Así cualquier usuario que empiece a utilizarla siempre tiene alguna persona en su circulo directo que le sirve de referencia para resolver dudas o explicar cómo utilizar el sistema.
Como la industria hotelera ha estado bastante opuesta a Airbnb, las personas evitan mencionar el hecho de que son usuarios de Airbnb en presencia de profesionales de hostelería y el marketing viral se interrumpe.
En segundo lugar la difusión de la idea de que Airbnb esta abierta a los hoteles no es bien recibida por los anfitriones de Airbnb en general. La idea de sistema «alternativo» esta muy difundida entre la comunidad de usuarios y hay resistencia a integrarse con los sistemas «tradicionales». Por eso la comunicación de Airbnb utiliza ideas como «hotel boutique» o «Bed & breakfast» para intentar matizar la integración de los establecimientos convencionales.
Imagen de portada vía Freepik
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Soy arquitecto superior por la Universidad de A Coruña, licenciado en 1998 en la especialidad de edificación.
En el año 2007 obtuve el título de «Máster en Dirección de Empresas de Promoción Inmobiliaria en la «Escuela de negocios Caixanova».
Entre 1998 y 2014 ejercí la profesión de arquitecto como profesional liberal combinando el ejercicio independiente de la profesión con la colaboración con otros profesionales.
Participé en diversos proyectos de edificios hoteleros y residenciales colectivos.