Los líderes de la Unión Europea se reúnen hoy para trabajar en los certificados de vacunación para los ciudadanos de la unión que se hayan vacunado contra el COVID, con los países del sur desesperados por rescatar la temporada de vacaciones de este verano.

Los bloqueos para frenar la pandemia provocaron el año pasado la mayor recesión económica de la historia en el bloque de 27 países, y afectaron de forma desproporcionada al sur de la unión, donde las economías suelen depender mucho más de los turistas.

Ahora que el despliegue de las vacunas contra el COVID-19 se está acelerando, algunos gobiernos, como los de Grecia y España, están presionando para que se adopte rápidamente un certificado a escala europea para las personas ya inmunizadas, de modo que puedan volver a viajar.

Sin embargo, aunque los miembros de la unión están de acuerdo en que un certificado de vacunación sería una buena idea, es necesario trabajar en los detalles, incluyendo si debe estar en forma digital, ser aceptado a nivel mundial y en qué etapa del proceso de vacunación en dos pasos debe ser emitido.

Pero los viajes con este tipo de certificado también plantean cuestiones jurídicas, según los funcionarios de la Unión Europea, ya que los últimos en la cola para la vacunación podrían alegar que su libertad de circulación está injustamente restringida.

La UE también señala que la OMS y sus propios organismos aún no han dado ninguna orientación sobre si las personas que han recibido dos inyecciones de la vacuna COVID-19 pueden seguir siendo portadoras del coronavirus e infectar a otras personas, aunque ya no sean vulnerables al virus.

Mientras, el tiempo es escaso para los países del sur, donde el sector de la hostelería necesita saber para qué debe prepararse en los próximos meses.

A pesar de la postura oficial de que todos los gobiernos de la Unión Europea quieren resolver el problema juntos, algunos podrían decidir actuar más rápido individualmente.

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