En Estados Unidos, casi 78.000 adultos mayores de 60 años comparten sus hogares con viajeros de todo el mundo en Airbnb.
Para muchas personas mayores, este ingreso les permite permitirse quedarse en sus casas y evitar el desalojo o la ejecución hipotecaria, según argumenta la propia compañía.
«Cuando los adultos mayores alojan en Airbnb ayuda a fortalecer sus comunidades. Según los datos de nuestra encuesta anual, el 41 por ciento de las personas de la tercera edad informaron que el alojamiento les ha ayudado a mantenerse en sus hogares, lugares que a menudo han vivido durante gran parte de sus vidas», ha explicado Airbnb en un comunicado.
El anfitrión senior medio gana 7.000 dólares al año compartiendo el hogar. El 45 por ciento de los anfitriones de este segmento de edad confían en sus ingresos en Airbnb para llegar a fin de mes.
Colectivamente, estos anfitriones generaron más de 700 millones de dólares en ingresos sólo en 2017.