Finalmente, la ciudad de Madrid ha sido elegida como la sede donde se disputará la denominada «final del siglo» de fútbol entre los equipos River Plate y Boca Juniors.
Esta noticia supone un impulso inesperado para la última franja del año en Madrid, que se preparará para recibir miles de nuevos visitantes en un evento con el que no se contaba y que ha llegado de forma inesperada a la capital española.
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La fecha señalada para este evento será el próximo 9 de diciembre. Inicialmente, el partido debía disputarse en el Monumental de Buenos Aires, estadio de River Plate, pero varios de sus aficionados lanzaron piedras contra el autobús que trasladaba a los jugadores de Boca Juniors, provocando la suspensión del encuentro.
Según informe el diario EL MUNDO, la federación de fútbol suramericana, (CONMEBOL) calificó a Madrid como «una de las ciudades más seguras del mundo» y al Bernabéu como un «estadio élite» que ofrece «los más altos estándares de seguridad y comodidad».
Además, resaltó que el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cuenta con el «mayor número de conexiones» con América Latina.
Asimismo, la CONMEBOL valoró las «facilidades de alojamiento y de transporte público», la «rica tradición futbolística» y la «cultura de fair play» para trasladar la final a España, donde reside «la comunidad argentina más numerosa en el exterior», con más de 250.000 personas.
Por su parte, River Plate se resiste a que se asigne una sede para el partido distinta a su propio estadio. En un comunicado oficial, ha declarado que «realizará los planteamientos legales y las apelaciones pertinentes en relación con lo resuelto en el día de la fecha por la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) y por su Tribunal de Disciplina, en relación al cambio de sede dispuesto sobre el partido final de la Copa Libertadores 2018, la sanción económica y la prohibición de disputar con público dos partidos oficiales organizados por CONMEBOL».