La pandemia derivada del COVID-19 ha causado una interrupción total en la industria de viajes. La ocupación hotelera en Europa cayó un 90 por ciento en mayo, mientras que el precio medio de las habitaciones de hotel en Asia–Pacífico disminuyeron un 40 por ciento.
El sector de la aviación también ha sufrido la pandemia, con el 80 por ciento de los vuelos cancelados. Por otro lado, la industria de cruceros se cerró casi por completo y varios barcos que comenzaron a navegar nuevamente se detuvieron debido a los brotes de COVID-19.
La actualidad es diferente, incluso cuando algunos países experimentan su mayor carga de casos. China ha registrado cifras récord de viajes para el Día Nacional en octubre.
Los líderes de la industria de viajes se reunieron en noviembre en el Bloomberg New Economy Forum (NEF). El objetivo principal de la reunión era compartir ideas y discutir el camino a seguir para los viajes y los millones de trabajos a los que afecta.
El ejemplo de China
En el primer trimestre de 2020 las reservas de vuelos y hoteles de China cayeron en más del 80% en comparación con el mismo período en 2019. Sin embargo, desde el mes de abril, los viajes nacionales en China se han recuperado por completo.
Durante las vacaciones de la Semana Dorada 637 millones de ciudadanos chinos salieron a la carretera . Las reservas en hoteles de lujo y de nivel superior fueron un 3% más altas que durante las vacaciones de 2019. Arne Sorenson, director ejecutivo de Marriott, afirma que «el mercado nacional en Sanya, la ‘Florida de China’, es más fuerte ahora que antes de la pandamia».
A medida que los casos disminuyeron, los actores del sector turístico chino se reposicionaron para responder a un mercado que buscaba nuevas experiencias. Varias aerolíneas chinas comenzaron a ofrecer billetes “ilimitados”, que brindan a los clientes acceso a vuelos sin límite durante cuatro meses por un precio fijo. En muchos casos, esto ayudó a reiniciar rápidamente el número de pasajeros por encima del 75%.
Los principales actores del turismo invirtieron en mercados que antes eran pequeños, como experiencias de buceo y recorridos en helicóptero, que crecieron después de la pandemia. “Los métodos innovadores como las transmisiones en vivo nos permitieron llegar a clientes más jóvenes y de alto nivel”, asegura Jane Sun, CEO de Ctrip.
Lecciones para el resto del mundo
Entre los delegados de NEF, esperan que la industria continúe duplicando los viajes nacionales. “Los vuelos domésticos en Malasia, Tailandia y Filipinas han vuelto a tener entre el 70 y el 90 por ciento de su capacidad”, explica Karen Chan, directora general de AirAsia.
En los países donde el número de casos de virus es bajo, como en determinadas zonas del sudeste asiático, el cierre de fronteras y la falta de coordinación internacional en el seguimiento del Covid-19 siguen siendo obstáculos para la recuperación del sector. En este momento, la poca confianza es la barrera más grande y, como resultado, países como Vietnam y Tailandia continúan luchando contra esta situación con grandes dificultades.
La tecnología específica para la salud digital, como el CommonPass, podría ayudar a los pasajeros, aerolíneas y a las autoridades a agilizar los documentos de salud necesarios para viajar. La iniciativa CommonPass ya cuenta con el apoyo de aerolíneas como United Airlines y Cathay Pacific, y de más de 30 compañías del sector.
Futuro del turismo
En China y en otros lugares, el COVID-19 ha creado un aumento en nuevas oportunidades de viaje, actividades, destinos, canales y experiencias.
Más allá de la crisis, el auge del teletrabajo podría traducirse en viajeros que prolonguen las vacaciones y, en lugar de regresar a casa, trabajen de forma remota desde su destino, convirtiendo así los viajes de una semana en estancias de varias semanas.
Independientemente del país, los delegados de NEF de todas las aerolíneas, compañías de cruceros y hoteles están convencidos de que la demanda se recuperará después de la pandemia.
Aprovechar la tecnología digital aumentará su importancia, ya sea a través de una infraestructura común, como la expansión de la solución CommonPass a eventuales pasaportes digitales, o mediante productos individuales, como aplicaciones de hotel que permitan a los viajeros personalizar la configuración de la habitación desde su teléfono.
La pandemia sigue poniendo a prueba la resistencia de la industria y la supervivencia sigue siendo una prioridad. Pero como muestra la recuperación en China, los actores de todo el mundo ya se están moviendo para adaptarse e innovar.
En última instancia, esas respuestas, junto con los cambios en las preferencias de los consumidores, remodelarán la industria de los viajes mucho después de que esta pandemia se desvanezca en la memoria.
Información original en McKinsey & Co.
