El turismo es, sin lugar a duda, uno de los sectores más golpeados por la pandemia mundial. Dentro de esta industria inmensa, el transporte terrestre ha sido uno de los más afectados.
El sector hace frente a numerosos gastos fijos como seguros, gastos de parking, licencias de transporte o leasing. Al mismo tiempo, posee gastos operativos altos en la planificación de los servicios y gestión de las reservas.
Por ejemplo, una operación a partir de cuatro o cinco vehículos implica tener dos personas para administración/ gestión de reservas, planificación y despacho de los servicios.
A todo esto, se suman los bajos márgenes de ganancia dada la alta competencia, una baja barrera de entrada y la estacionalidad.
El transporte es el más flexible de los eslabones de la cadena de prestación de un servicio, adaptándose a las condiciones del momento tales como los horarios variables de los vuelos, trenes y barcos, así como las condiciones del tráfico de la ciudad donde opera.
Todos estos factores hacen que muchas veces algunos servicios no cubren los costos operativos.
El COVID traerá nuevas tendencias y oportunidades para el sector:
- El interés de evitar la masificación promueve la búsqueda de nuevos destinos para el turismo y el redescubrimiento de los pueblos o ciudades del extra-radio. El mapa turístico será más amplio, pero dado que la red aérea difícilmente cambie a corto plazo, será el transporte terrestre el que permita unir aeropuertos, estaciones de tren o puertos con los nuevos destinos.
- Los viajes privados o personalizados en esta coyuntura tienen un valor agregado, puesto que dan mayores garantías de seguridad y protección sanitaria, lo que constituye una gran ventaja para el sector.
- Es probable que la tendencia creciente al teletrabajo reduzca la estacionalidad, ya que la posibilidad de trabajar y viajar a la vez incrementará los viajes en baja temporada.
- La tendencia del alojamiento extrahotelero es probable que, a partir de ahora, se acentúe junto con la diversificación de las zonas donde se alojan los turistas. Más alojamientos con menor capacidad implicará más traslados.
Aprovechar las oportunidades que ofrece la nueva coyuntura exige asumir desafíos al que el sector debe hacer frente. Los cambios demandarán la digitalización y automatización de los procesos. En el futuro no bastará con una planilla de Excel y WhatsApp; harán falta nuevos sistemas que integren de manera transversal la gestión, ejecución y facturación de los servicios.
La inteligencia artificial se especializará en la planificación del transporte logrando un mejor uso de los recursos. Esto puede permitir la integración de varios prestadores de servicio para optimizar los tramos sin pasajeros.
El COVID marcará un antes y un después, confío que gracias a la gran capacidad de adaptación, el sector logre capitalizar las oportunidades.
Licenciado en Turismo & Master en Marketing. Durante 20 años pude desarrollarme profesionalmente en distintas áreas del Turismo como Entes Oficiales y Asociaciones, Agencias de Viajes y Alojamiento (CEO Hostelling International España). Desde hace unos años con mi propio emprendimiento en el sector del Trasporte con Europe Shuttle.