Sin duda, el emprendimiento y la tecnología en el sector travel se han asociado habitualmente a perfiles masculinos. Pero, afortunadamente, el sector travel ha sido siempre un sistema abierto a talento, proyectos, carreras profesionales, emprendimiento, en femenino.
Esta serie de entrevistas que realizamos a mujeres del sector travel tech y emprendedor, principalmente, creemos que pueden aportar, además de su experiencia (de incalculable valor), una visibilidad única para seguir “rompiendo” barreras, “techos de cristal” y servir de inspiración, de motivación, para que otras mujeres no abandonen ni sus aspiraciones profesionales ni sus proyectos emprendedores.
En esta ocasión hablamos con Patricia González, CEO de Alterhome, de formación ingeniera informática, podría representar lo que llamamos una “emprendedora en serie”, pues ya ha fundado cuatro empresas (una de las cuales pudo vender al grupo hotelero Room Mate) y, en la actualidad, compagina su proyecto con mentorización y pequeñas inversiones en fases iniciales a diversas startups.
Su proyecto actual, Alterhome, ayuda a propietarios de viviendas y pequeños hoteles a mejorar sus servicios y generar mayores ingresos. Para ello, le facilitan la tecnología, la formación y los procesos que, tras años en el sector, hemos creado para mejorar sus operaciones, minimizar sus costes y optimizar sus ventas.
¿Qué relación tienes con el mundo del emprendimiento? ¿En qué momento decides convertirte en emprendedora (o intraemprendedora)?
Hace ya 10-11 años que, estando yo trabajando para el ministerio de defensa de Emiratos Árabes, mi hermano Chema me contó su idea de negocio. Siempre recordaré la locura que me pareció cuando me lo contó: alquilar habitaciones a personas desconocidas (ojo, era 2010, Airbnb no hacía ni atisbos de aparecer aún….).
Recuerdo decirle que era imposible, que ¿quién querría quedarse en casa de extraños…? No tenía sentido. Por suerte, él no me hizo ningún caso y, por su cuenta, siguió adelante junto con Joan, amigo con el que entonces vivía.
Desde el sofá de su casa en Londres empezaron a montar lo que sería Alterkeys, pero encontraron una pequeña piedra muy al principio: ninguno de los dos tenía mucho conocimiento de tecnología ni desarrollo.
Así que, no como socia, sino en calidad de hermana, recuerdo que Chema me pidió ayuda para “entender” a la empresa a la que en aquel momento habían contratado para ello y yo me ofrecí. Al entrar vimos que había que empezar de cero.
Fue entrar en la creación del producto y el gusanillo me picó con fuerza: el crear con tus manos desde cero un producto que tenga impacto en la vida de las personas… ¡eso era un subidón increíble! Y eso era lo que quería hacer. Desde ese momento, mi forma de entender “el trabajo” cambió radicalmente.
¿Nos puedes explicar más acerca de tu actual proyecto?
En Alterhome comenzamos gestionando los apartamentos de pequeños propietarios, utilizando una combinación de diseño + comercialización + servicio, ocupándonos del proceso completo para asegurar la mayor rentabilidad.
Una vez tuvimos una interesante cartera de apartamentos, vinieron los edificios, la expansión y, por último, nuestro baby en Alterhome Group: los hoteles. Todos ellos tienen nuestra salsa secreta, sobre una sólida base de tecnología en el ADN.
¿Cuáles son los principales retos que has afrontado como mujer emprendedora?
No tengo ninguna duda: celebro los grandes avances de los últimos años en cuanto al avance profesional de la mujer, gracias a los cuales, muchas mujeres hoy podemos hacer lo que realmente nos gusta.
Aunque por supuesto aún nos queda mucho camino por recorrer, y por ponerlo en cifras: el emprendimiento femenino representa menos del 30% del total; por otro lado poco más del 5% de la inversión está en manos de mujeres.
El 58% de las startups lideradas por hombres murieron el año pasado, frente al 30% de las liderados por mujeres. Y aun así, los primeros tienen un 10% más de posibilidades de recibir financiación. Si tienen la mitad de fracaso… ¿qué las hace menos apetecibles a la inversión?
Desgraciadamente sigue habiendo mucho pensamiento negativo en torno a la maternidad o la posibilidad de ella.
De todos es sabido que, en cuanto a materia de conciliación, cuando ésta no es posible, la renuncia suele venir del lado de la mujer, por diversos factores y, por supuesto, situaciones tan dramáticas como la pandemia, desgraciadamente nos han hecho retroceder de manera considerable en esta materia, incrementando muy significativamente esta renuncia.
Es necesario resaltar que, en una parte importante de los casos, el emprendimiento en la mujer es una salida a una conciliación imposible, un intento de adaptar su vida profesional a la personal, y no como el “único” resultado de tener una idea y visión de negocio.
Y ahora volviendo un poco a mi experiencia…, puedo decir, sin duda, que todo emprendedor tiene mil retos, va intrínseco en el título. Centrándome en los que he vivido como mujer emprendedora puedo recordar múltiples ocasiones de diferencia de trato, de distinciones entre el CEO y la “Co-CEO” (ironía modo ON).
Recuerdo, por ejemplo, la negativa de un cliente a negociar y firmar conmigo un importante contrato por ser mujer, o las repetidas afirmaciones o insinuaciones (estas nunca terminan…) de que debería estar en casa cuidando de mis hijos en lugar de… Todo esto se da tanto en el entorno profesional como en el personal, es una constante que, aunque me ha costado (y me sigue costando) y me ha hecho vivir momentos a veces muy complicados, sigo aprendido a capear.
Sin embargo, como persona optimista que me considero, sí que saco algo muy bueno de esto: el estar más cuestionado que otra persona hace que tengas que tratar de ir siempre un paso por delante; y lo que a primera vista se ve como algo injusto y negativo, termina ayudándote a “ir siempre un paso por delante”. Esto transforma tu forma de pensar, lo que te ayuda a fortalecerte y te hace estar mejor preparada.
Por tu experiencia y vivencias personales, ¿has notado la existencia del «techo de cristal»?
Desgraciadamente sí las he visto y vivido, aunque tengo la suerte de “poner las normas en casa” (mi empresa) y, por supuesto, impedir que esto pase en mi equipo. Al igual que nunca establezco horarios para mi equipo (me parece absurda la filosofía de “calentar silla” o “fichar” y sí creo en los objetivos y el trabajo hecho), tampoco si eres mujer u hombre. ¿Sería relevante si eres rubio o moreno? Pues lo mismo.
¿Qué consejos le darías a esas mujeres que se están planteando emprender para que se decidan a desarrollar sus propios proyectos?
Pues le daría un consejo a emprendedores hombres y mujeres que se plantean emprender: piénsatelo. Piénsatelo mucho, porque es complicado, duro y muy sacrificado. Y si volviéndolo a pensar, sigues con la idea en la cabeza, ¡disfruta del viaje! Porque no habrás conocido nada así hasta ahora.
En especial a estas mujeres les diría que nunca, nunca, nunca, duden de ellas, y mucho menos lo hagan por comentarios o acciones de otras personas que las cuestionen.
A lo largo de tu carrera profesional, has conseguidos grandes logros, ¿de cuál estás más orgullosa?
Estoy muy orgullosa de haber conseguido diseñar productos y servicios de la nada que han sido de mucha utilidad a otras personas. Es una satisfacción tremenda ver un impacto real en la sociedad. También me enorgullecen, como si fueran méritos míos, los éxitos de startups a las que mentorizo o he mentorizado, que van creciendo y alcanzando sus objetivos, cuales niños con los que empiezas a gatear y un buen día ves que andan corriendo maratones…
Más allá de buscar la satisfacción en el dinero, en un exit, en la facturación… me quedo con las vivencias, los retos conseguidos, con la capacidad de superación, con personas maravillosas que he conocido estos años, algunos de los cuales espero nos jubilemos juntos…
Todo este cúmulo de logros son realmente lo mejor que estos años de emprendimiento me han dado y por lo que estoy inmensamente orgullosa y agradecida.
Anna Jiménez es CoFounder Women in eTravel & Director Strategic Partnerships KAYAK.
Enric López C. es profesor e investigador CETT-UB & director emprendimiento CETT Fundació.