Desarrollado en torno al presente y futuro del vehículo autónomo, el 18 de noviembre se celebraba el VII Congreso ITS Euskadi, organizado por el Clúster de Movilidad y Logística. Pilar Arana, Concejal Delegada de Movilidad del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, Ivan Puertas, de la División de Transportes de Tecnalia y Claudio Lesaca, vicepresidente del Clúster, presidían la apertura del evento que congregaba a representantes e investigadores de las principales empresas vascas que trabajan en torno al desarrollo de lo que se espera que sea el próximo modo de transporte. El Congreso se ha desarrollado en la sede de Tecnalia, en el Parque Tecnológico de Miramón.
Las conclusiones extraídas se pueden organizar en dos bloques. Por un lado, conclusiones de carácter social, donde el vehículo autónomo se vislumbra como un nuevo medio de transporte y, “cuando cambian los medios de transporte cambian las sociedades”, en palabras de José Ignacio Cases, presidente de Novadays. En ese sentido, Floridea di Ciomo, responsable de investigación del CENIT catalán, exponía los principales factores para favorecer el uso del vehículo autónomo. Potencialmente su éxito dependería de variables como el tiempo de espera y de viaje; pero hay otros factores de calado como el cambio en el modelo de vehículo en propiedad actual; o la privacidad respecto a nuestros desplazamientos derivada de la necesaria información compartida.
Una nueva industria en torno al vehículo conectado
En este último aspecto, el vehículo autónomo es en su esencia un vehículo conectado. Es, por tanto, un gran demandante de información. Con esta premisa, se espera que la puesta en marcha del vehículo autónomo suponga el desarrollo de toda una nueva industria girando en torno a él, con los servicios en la nube como soporte, explicaba Iñaki Etxebarria, de Tecnalia.
En cuanto a la tecnología, todos los ponentes señalaban que los sistemas necesarios para la puesta en marcha del vehículo autónomo ya están desarrollados. Es necesario que algunos pasen de la fase de prototipo a la de producto, pero la tecnología ya está madura y disponible. Aunque, “es un hecho aceptado que estos vehículos deben aprender de los expertos humanos”, añadía Joshué Pérez, investigador en Tecnalia. Y, en este sentido, la mesa redonda celebrada concluía que el vehículo autónomo se presenta como la movilidad segura, confortable y eficiente. Sin embargo, el reto, coinciden todos los ponentes, está en la legislación y en la adecuación de las infraestructuras.
Respecto a la implantación efectiva del vehículo autónomo, Michel Parent, investigador del INRIA francés y reconocido como “el padre” del cibervehículo por su trabajo en este ámbito desde 1991, destacaba que la industria automovilística está previendo sus primeros lanzamientos de coches sin conductor para el año 2020, e incluso ya, como en el caso de Tesla. “Este horizonte se amplía hasta el año 2040 o incluso 2070, según las fuentes, si nos referimos a un parque automovilístico 100% autónomo”, explica Sergio Jorrín, de la empresa Geograma, partner de TomTom a quien proporciona servicios de información geográfica, indispensables para la movilidad autónoma.
No obstante, Parent indicaba que el gran impulso que desde la Comisión Europea se está otorgando a los vehículos automatizados tiene como objetivo su complementariedad con el transporte público, para que este último sea más efectivo. Según exponía, desde el año 2000 la Comisión Europea está impulsando proyectos que combinan el transporte público e incluso el coche compartido, con lanzaderas autónomas que se encargarían de trasladar a los viajeros hasta el centro de las ciudades. Este es el caso del proyecto CityMobil2, probado recientemente en San Sebastián, y presentado en el Congreso por María Izaguirre y Jesús Murgoitio, de las empresas Novadays y Tecnalia, respectivamente.
En las diferentes sesiones del evento han intervenido las empresas Novadays, Tecnalia, TomTom, Ceit-IK4, Vicomtech-IK4, Kapsch, Thaumat, Geograma e Indra.
