Una de las desventajas de los alquileres de corta duración es que pueden reducir la disponibilidad de viviendas para los residentes de larga duración, lo que hace que suban los alquileres y los precios de las casas para los locales.
En un estudio anterior, Harvard Business Review descubrió que el uso compartido de viviendas a través de Airbnb es responsable de alrededor del 20% del aumento medio anual de los alquileres en Estados Unidos, lo que ha llevado a muchos responsables políticos a adoptar un enfoque comprensiblemente agresivo para regular los alquileres de corta duración.
Por ejemplo, la ciudad de Nueva York ha declarado ilegal el alquiler de un apartamento por menos de 30 días en la mayoría de los edificios.
Sin embargo, aunque este impacto a corto plazo está bien establecido, el impacto a largo plazo del auge de los alquileres de corta duración en la última década está menos claro. ¿Podría el daño inmediato de servicios como Airbnb a la economía local ser compensado o incluso superado por el aumento a largo plazo de la demanda que crean?
Para explorar esta cuestión, Harvard Business Review ha realizado un estudio a gran escala en el que analizamos una década de anuncios de Airbnb y solicitudes de permisos residenciales en EE.UU.
Los permisos residenciales son necesarios tanto para los nuevos proyectos de construcción como para los cambios sustanciales en las estructuras existentes, lo que los convierte en una forma eficaz de medir el crecimiento económico local que resulta de la inversión significativa de los propietarios en el desarrollo de sus propiedades.
Basándonos en este conjunto de datos, identificamos una clara conexión entre los alquileres de corta duración y los permisos residenciales.
Por término medio, un aumento del 1% en los listados de Airbnb condujo a un aumento del 0,769% en las solicitudes de permisos, lo que sugiere que Airbnb puede desempeñar un papel importante en el apoyo a los mercados inmobiliarios locales y, por tanto, impulsar las bases impositivas locales.
Teniendo en cuenta estos resultados, se deduce que la restricción de los alquileres de corta duración puede tener un impacto significativo y negativo en la actividad económica local.
A continuación, el informe utiliza un popular diseño de investigación conocido como «diferencia en diferencias» para medir el impacto causal de las regulaciones de alquileres de corta duración en la actividad económica.
Aquí se compara tanto los anuncios de Airbnb como las solicitudes de permisos residenciales en los tres años anteriores y posteriores a la aprobación de una restricción de alquileres de corta duración en un barrio determinado, y luego promediamos estos efectos en todos los barrios de nuestro estudio.
El análisis identificó una clara tendencia a la baja tanto en los listados como en los permisos después de la promulgación de una regulación: los anuncios de Airbnb cayeron una media del 21%, y los permisos residenciales cayeron una media del 10%.
En los lados de estas fronteras sin regulaciones de alquileres de corta duración, hubo un 9% más de solicitudes de permisos no ADU y un 17% más de solicitudes de permisos ADU que en los lados con restricciones.
Claramente, la demanda de alquileres de corta duración ha estado impulsando la creación de capacidad de vivienda adicional en LA, y ha estado impulsando especialmente el crecimiento de la vivienda que es adecuada para compartir el hogar (es decir, ADUs).
Por supuesto, esto no quiere decir que el crecimiento no regulado sea la respuesta. Si bien el aumento del valor de la propiedad puede incrementar los ingresos fiscales de las ciudades, que pueden reinvertirse en las comunidades locales, también puede dar lugar a problemas relacionados con la asequibilidad de la vivienda, incluida la exclusión de los residentes actuales o la imposibilidad de que entren nuevos residentes en estos barrios.
Sin embargo, la investigación ilustra que, con el enfoque político adecuado, los alquileres de corta duración pueden utilizarse como herramienta para fomentar el desarrollo inmobiliario local y el crecimiento económico.
Por ello, en lugar de aplicar restricciones generales que obstaculicen el crecimiento, recomendamos crear políticas específicas que satisfagan las necesidades locales.
Por ejemplo, un estudio de la actividad inmobiliaria en Chicago demostró que el fomento del desarrollo de alquileres de corta duración para propiedades en barrios con dificultades y la posterior conversión de esas propiedades en alquileres de Airbnb fomentó el desarrollo paralelo en propiedades comerciales cercanas, creando puestos de trabajo y añadiendo valor a toda la comunidad.
Consulta el informe completo en Harvard Business Review.