Si se preguntara a una familia a dónde pensaba viajar en vacaciones en verano hace tan sólo diez años, lo más común era escuchar respuestas como Benidorm, Conil, Javea, Rosas, Portugal… o en su defecto, Disneyland Paris o alguna capital europea cercana como Londres, Berlín o Roma. Sin embargo, cada vez es más común ver familias con niños pequeños –incluso bebés- en los aeropuertos, embarcándose en aviones que les llevan a la otra punta del mundo.
Según datos de PANGEA The Travel Store, uno de cada diez viajes de larga distancia son realizados por familias con niños. En lo que respecta al número de personas, la inmensa mayoría de las familias son de 4 miembros, con una pareja y dos niños pequeños. Por último, los destinos más demandados para este tipo de viajes son Estados Unidos, Cuba y Tanzania.
Por eso, los asesores de PANGEA han realizado un análisis de por qué merece la pena visitar estos países acompañados de los más pequeños de la casa:
Estados Unidos: especialmente la costa este de Estados Unidos es el destino favorito para llevar a los niños. Ciudades como Washington DC o Nueva York, que tiene absolutamente todo lo que se puede imaginar: rascacielos que tocan el cielo, parques enormes como el de Central Park, escenarios míticos que hemos visto en mil y una películas, etc. Además, generalmente las visitas a Nueva York se suelen combinar con una visita a Florida, y más concretamente, a Orlando, donde se ubica el DisneyWorld, el parque de atracciones grande de la famosa compañía del ratón Mickey. Toda una delicia para los más pequeños.
Cuba: Tras el país norteamericano, el Caribe se posiciona como el destino más demandado para viajar en familia, y más concretamente, Cuba. Esta pequeña isla tiene todo lo que se pueda venir a la cabeza para contentar a los más pequeños de la casa. Se puede disfrutar de La Habana Vieja y su gente encantadora o perderse en las playas infinitas de Varadero. Los niños se quedarán con la boca abierta viendo pasar coches enormes de los años 50, que parece mentira que sigan funcionando, o con los edificios coloniales, destartalados y al borde del derrumbe. Y para los más aventureros, la sensación de nadar entre corales y delfines es indescriptible.
Tanzania: en tercer lugar se encuentra Tanzania. Los safaris han cogido bastante popularidad de unos años para ahora, y cada vez es más común que los adultos se lleven a sus hijos para que puedan disfrutar de la naturaleza en estado puro. Desde Manyara, paraíso de aves de colores y monos, pasando por el Serengueti y su millón de ñus, hasta Ngorongoro y los cinco grandes, no habrá ni un segundo libre para dejar de sacar fotografías. Además, los críos se lo pasarán de maravilla divisando animales con sus prismáticos y conociendo tribus indígenas que les darán otro punto de vista de la vida. Eso sí, que no se olvide nunca la crema solar.