El turismo, la industria que creció más rápidamente que el producto interno bruto mundial durante los últimos nueve años, se ha visto diezmado por la pandemia.
El sector, que en su día representó el 10 por ciento del empleo en todo el mundo, está a punto de perder 121 millones de puestos de trabajo, con pérdidas proyectadas en un mínimo de 3,4 billones de dólares, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).
Pero en esta pausa, algunos actores en la industria del turismo están planeando un regreso post-vacuna para viajar mejor que antes de marzo de 2020: de un modo más inteligente y menos masificado, tal y como recoge este artículo publicado en The New York Times.
Si un turismo sostenible y capaz de contrarrestar los impactos sociales y ambientales asociados a los desplazamientos era el objetivo al que aspiraba el ecoturismo antes de la pandemia, la nueva frontera es el «viaje regenerativo», es decir, dejar un lugar mejor de lo que lo encontramos.
Estos viajes regenerativos tienen sus raíces en el desarrollo y diseño regenerativo, que incluye edificios que cumplen con los estándares de Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental del Consejo de Edificios Ecológicos de los Estados Unidos o LEED.
El concepto tiene aplicaciones en muchos campos, incluyendo la agricultura regenerativa, que tiene como objetivo restaurar los suelos y reducir el carbono.
«En general, la sostenibilidad, tal y como se practica hoy en día, consiste en frenar la degradación», explica Bill Reed, arquitecto y director de Regenesis Group, una empresa de diseño con sede en Massachusetts y Nuevo México que ha estado practicando el diseño regenerativo, incluyendo proyectos turísticos, desde 1995.
Reed describe esfuerzos como la eficiencia del combustible y la reducción del uso de energía como, en realidad, «una forma más lenta de morir».
«La regeneración consiste en restaurar y luego regenerar la capacidad de vivir en una nueva relación de manera continua», añade.
Con la mayoría de los viajes suspendidos durante la pandemia, los viajes regenerativos están ahora en la rampa de salida. Sólo en Estados Unidos, seis organizaciones sin fines de lucro, incluyendo el Centro de Viajes Responsables y Viajes Sostenibles Internacionales, se han unido como la coalición del Futuro del Turismo, que tiene como objetivo «construir un mañana mejor».
22 grupos de viajes, incluidos operadores turísticos como G Adventures, comercializadores de destinos como la Junta de Turismo de Eslovenia y organizaciones como la Asociación Comercial de Viajes de Aventura, han suscrito los 13 principios rectores de la coalición, entre ellos «exigir una distribución justa de los ingresos» y «elegir la calidad por encima de la cantidad».
Más información en The New York Times.